La Policía Judicial concluye las pesquisas sobre el cadáver aparecido en una casa de Meira

La Policía Judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación de un cadáver que apareció en la tarde de ayer en una vivienda (el número 84) en el barrio de Isamil, en la parroquia moañesa de Meira, en el entorno de la recta da Borna. Esta mañana los agentes volvieron, a primera hora, a la vivienda, para concluir sus pesquisas alrededor de las 9.00 horas. A lo largo de toda la mañana la vivienda permaneció precintada, con un coche patrulla de la Guardia Civil en la entrada. Se encuentra a la espera de que lo médico forense concluya su trabajo y determine las causas del fallecimiento y la identidad del fallecido. Si no hay signos de violencia, se procedería a desprecintar la casa. A primera hora de esta tarde seguían sin conocerse estos datos pero, desde ayer se sospecha que pueda tratarse del cuerpo de una mujer, que podría llevar bastantes meses fallecida. Sin embargo, y a la espera del resultado forense definitivo, distintas fuentes apuntaban hoy a que podría tratarse de un señor de avanzada edad y vecino de Moaña. El cuerpo estaba en el suelo de la planta baja de la vivienda, posiblemente en un baño. El caso lo está llevando el Juzgado Número 2 de Cangas y del análisis del cuerpo se encarga el instituto anatómico forense de Pontevedra.

Ayer por la tarde Guardia Civil se desplazó hasta la casa tras ser alertada por la llamada de una persona, según señalan fuentes de la Benemérita, y dio aviso al médico forense, que en la inspección del cadáver apuntó a que podría tratarse de una mujer. Sin embargo debido a su mal estado no se pudo identificar su identidad en las primeras horas. El levantamiento del cadáver se produjo ayer por la noche.

La casa estaba alquilada a una mujer con su padre, pero desde hacía tiempo la dueña, según declaró a la Guardia Civil, no recibía el alquiler ni sabía nada de los inquilinos.

"Hace tres meses que no vemos movimiento en la casa"

Vecinos de la zona de A Borna no salían esta mañana de su asombro por lo ocurrido. "Sabemos que hasta hace más de un año vivía una pareja de Cangas, pero son varias casas juntas. Después estuvieron viviendo en otra parte de las casas una mujer y un hombre, que creo que era su padre. Pero se cayó una parte de la estructura y se fueron creemos. Desde entonces no se ve movimiento", apuntan vecinos.

Entienden que la muerte "no fue violenta, porque nadie escuchó gritos o golpes raros en la casa. Comentamos con los vecinos y nadie escuchó nada. Y eso que muchos aparcamos frente a esa casa". Explican el susto que se llevaron por todo el despliegue "empezó a llamar a mi puerta un familiar, anoche, para decirme que estaban sacando un cadáver de la casa. Menudo susto llevamos".