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El COVID reduce a un mínimo histórico las visitas al Museo Massó, pero multiplica las consultas virtuales

La presentación de la guía “Crecer co mar”. | // GONZALO NÚÑEZ

Un taller didáctico de origami marino celebrado en el Museo Massó durante el mes de agosto. | // M.M.

El Museo Massó cerró el año 2020 con el menor número de visitas desde su apertura. La culpa, como en casi todo lo que sucede desde hace doce meses, la tiene el coronavirus. El balance anual del museo bueués constata que la cifra de visitantes apenas supera los 5.000 frente a la media de 20.000 de los años precedentes. Pero por contra las visitas virtuales se han multiplicado: el blog duplicó sus consultas, superando las 25.000, y el canal de Youtube multiplicó por tres los accesos, rebasando los 4.300. “El museo estuvo cerrado, pero no inactivo ni parado”, afirma su directora, Covadonga López de Prado, que explica que durante los meses de confinamiento se reforzaron los contenidos digitales con múltiples iniciativas.

El recinto estuvo cerrado entre el 13 de marzo y el 3 de julio, un periodo en el que prácticamente cada semana se subían a sus canales de Internet contenidos de lo más variado bajo el lema y hashtag “#aculturasegue”, que se promovía desde la Consellería de Cultura. Una lista que incluye, entre otros, videos sobre la historia del complejo conservero de Massó; la creación del propio museo en el seno de la fábrica; un homenaje al antropólogo sueco Staffan Mörling, uno de los grandes divulgadores del patrimonio marítimo gallego y vinculado con Bueu y Ons; contenidos vinculados al “Liber Chronicarum”, considerado como el “incunable de los incunables”; una selección de recetas del recetario de Amalia Bolíbar; o trabajos vinculados a fechas señaladas como las celebraciones de los días internaciones de los museos, el libro o de los archivos.

Reinvención

Fueron meses en los que pese a que el museo estuvo cerrado su plantilla trabajó incluso más que si estuviese abierto, como afirman desde la dirección. “Tuvimos que reinventarnos, crear una programación en un formato con el que antes trabajábamos de manera excepcional y digitalizar contenidos como las guías de exposiciones”, explica Covadonga López.

Este trabajo tuvo recompensa a través de la buena acogida de esos contenidos. En 2019 las visitas al blog –museomasso.blogspot.com– fueron 12.668, un tráfico que en 2020 se incrementó hasta las 25.185. El mes con mayor actividad fue el de abril, en pleno confinamiento, con más de 5.043 visitas. Muy cerca están también las cifras de mayo, con 4.665 visitas.

En el caso del canal de Youtube las consultas se triplicaron, pasando de 1.493 durante el año 2019 a casi 4.370 durante el recién acabado 2020. Al igual que en el caso del blog, los meses de mayor actividad fueron abril y mayo, con 1.694 y 1.123 visualizaciones respectivamente.

El año 2020 comenzó con un importante aumento en el número de visitantes que acudieron al Museo Massó. Tanto en enero como en febrero las cifras eran significativamente superiores a los mismos periodos de 2019, una tendencia que se frenó en seco con la pandemia y el estado de alarma. El recinto reabrió sus puertas a principios de julio. En ese mes pasaron por las instalaciones 754 personas frente a las más de 3.000 del año anterior. Y en agosto hubo 1.713 frente a las 4.320 de 2019. Solo en el mes central del verano de ese año hubo casi tantas visitas como durante todo 2020.

Durante el periodo estival se retomaron los talleres didácticos para el público infantil, reforzando las medidas de seguridad: menos aforo y actividades en las que no había contacto entre los participantes y en las que no compartían material. El público infantil y adolescente supuso el 15% de la afluencia al Museo Massó, con 751 personas.

Procedencias

Las restricciones de movilidad favorecieron que la mayoría de los visitantes que acudieron al museo marinero bueués procediesen de Galicia. El balance también demuestra que las Rías Baixas fueron uno de los destinos preferidos de los habitantes de Madrid, que con 604 personas, es la comunidad que más visitas aporta. La siguiente, a mucha distancia, es Cataluña, con 142. Las visitas internacionales también sufrieron un desplome durante 2020 y no llegaron siquiera al centenar. El país más representado fue Francia, con 17. Le siguen Gran Bretaña y Portugal con 11, y Bélgica con 10.

El resume anual también ofrece otros datos, como que las mujeres suponen la mayoría de las visitas al museo (2.617, que equivale al 52%), que los visitantes individuales(3.567, el 69%) superan ampliamente a los que vienen en grupo (1.581, el 31%) o que hubo casi 800 personas que ya habían estado previamente en el Museo Massó y volvían nuevamente.

Un recorrido de lujo que las restricciones dejan en exclusiva para los vecinos de Bueu, con posibilidad de visitas guiadas

La oportunidad de visitar el Museo Massó ahora mismo es un lujo exclusivo para los vecinos de Bueu. La situación de cierre perimetral del municipio, en vigor desde mediados de diciembre, y las restricciones de movilidad provocan que momentáneamente las únicas personas que puedan acudir a visitar sus salas y contenidos sean los residentes en la villa. Desde la dirección animan a la ciudadanía a disfrutar de esta oportunidad y ofrecen incluso la posibilidad de brindar visitas guiadas. Los interesados pueden llamar al teléfono 886 151 101 para consultar la disponibilidad para un recorrido comentado por el personal del Museo Massó. Según los datos del resumen anual de 2020, los bueueses fueron los terceros que más visitaron el recinto (632), por detrás de los vecinos de Vigo (699) y los procedentes de la Comunidad de Madrid (651). El Museo Massó cerró el año 2020 con la publicación de “Crecer co mar. Os gozos e as sombras dunha vila mariñeira”, un volumen de casi 200 páginas a todo color que sirve de guía de la actual exposición temporal del recinto. Es un recorrido por la historia de Bueu y su vinculación con la explotación y aprovechamiento de los recursos del mar, desde la antigüedad hasta el presente. La muestra sirve también para reflejar el crecimiento económico y urbanístico de la localidad, dentro del apartado de las luces, y la pérdida del patrimonio vinculado al mundo del mar, en el lado de las sombras. La exposición cuenta con el asesoramiento científico del investigador Arturo Sánchez Cidrás; el archivero del Concello de Bueu, Belarmino Barreiro; y la arquitecta María Novas, cuyo trabajo documental es fundamental en “Crecer co mar”.

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