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Un desahucio para empezar el año

El desalojo de una joven nigeriana y sus dos hijos, que viven aislados en una parte de una vivienda en Cangas sin luz y sin agua, está previsto para el próximo día 21 de enero

Rosemary Imarhiasbs, en medio de sus dos hijos menores, en el salón de la vivienda. | // SANTOS ÁLVAREZ

Aunque la justicia le dio la razón en Primera Instancia, la Audiencia Provincial se la quitó y el desahucio se fijó para el día 21 de enero. Ella tiene la deuda con lo que en términos jurídicos se llama caudal a repartir. Y según establece la Audiencia Provincial, como la herencia de la suegra de Rosmary Imarhiasbs está sin repartir, ella tiene la obligación de pagar porque está viviendo en una casa que no le fue otorgada. Para lo que la justicia considera que es un problema familiar, para el abogado de Rosmary el asunto va más allá, incluso habla de coacciones por parte de su cuñado. En varias ocasiones, la Guardia Civil y la Policía Local tuvieron que acudir a la vivienda, desde hace tres años dividida.

Acumula agua el cubos porque carece de agua corriente. | // S. ÁLVAREZ

Natural de Nigeria, en el año 2004, Rosmary se casó con Alfredo y ambos fueron a vivir a casa de su madre en Cangas, en el barrio de Espíritu Santo, muy cerca de donde está la capilla. Relata su abogado, Manuel Estévez, que en 2005 tuvo a su primera hija y en 2008 a su segundo vástago. Ambos cuidaban a la ya abuela y propietaria de la vivienda, donde Alfredo realizó varias obras de reforma. En el primer testamento realizado por la madre de Alfredo le deja a él la vivienda y a un hermano de éste, que residía en ese momento en Canarias, una finca. En el año 2012, Adolfo contrajo un cáncer de páncreas y su madre decidió cambiar el testamento. Sustituyó a sus nietos donde había puesto a sus hijos y reconocía las mejoras realizadas. Tras fallecer Alfredo, según relata el abogado Manuel Estévez, su hermano José regresó de Canarias y se puso a cuidar a su madre, a la que antes atendía Rosemary, pero no la lleva para su casa sino que la deja en un centro del día de la localidad. Y ahí comienza el apartheid, asilando a la mujer a ya los hijos de su hermano. y obligándola a entrar por lo que antes era un garaje y hoy en día es un salón por el que entra el frío y que solo calma la unión de Rosemary Imarhiasbs con sus hijos. También señala el letrado que es en junio de 2015 cuando José lleva al notario a su madre y el testamento vuelve a cambiar y queda el como heredero universal y para sus nietos la legítima, que en el caso de Galicia es del 25%. La madre fallece en 2017 y según el letrado Manuel Estévez, es cuando José se empeña en que su cuñada se marche de casa.

Rosemary cobra una pensión de viudedad de 700 euros y se ocupa de los dos menores, a los que dedica todo su tiempo. Ella se las apaña para coger el agua de un grifo que hay fuera de la vivienda y subirla en calderos hasta el cuarto de baño, donde los acumula para que sus hijos puedan bañarse, ya que el agua corriente le fue cortada desde hace cuatro años. También su cuñado le cortó la luz y ahora la tiene porque un primo de su marido se la deja. Su casa en un lío de cables que suben y bajan para alcanzar todas las habitaciones.

El abogado Manuel Estévez pretende frenar el desahucio con una demanda, en la tratará de impugnar el testamento último de la propietaria de la vivienda.

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