Un rótulo de grandes letras negras sobre fondo blanco da la bienvenida a los visitantes al Museo Massó desde hace unos días. El texto reza: “Guardad orden y limpieza”. Casi podría parecer que ha sido encargado para la ocasión debido a la pandemia del Covid-19, pero nada más lejos de la realidad: tiene unas cuantas décadas de antigüedad, fue rescatado en su día de entre los restos de la antigua nave de la conservera y ahora ha sido recuperado para las obras de remodelación de la entrada y de los accesos públicos del Museo Massó.

Los trabajos han concluido después de que se prolongasen durante cerca de un mes, aprovechando el habitual cierre de noviembre. Los cambios en la zona de recepción a grupos y visitantes son evidentes. El vestíbulo ha ganado en amplitud y se ha creado una nueva zona para el público, una sala pensada para desarrollar talleres, charlas y actividades de pequeño formato. Estas nuevas dependencias se ubican en el lugar que hasta ahora ocupaba el taller de restauración, que estaba muy limitado precisamente por la falta de espacio. La conexión con la puerta de entrada y con la recepción se ha conseguido retirando el panelado de madera que existía y recuperando los antiguos huecos que existían en esta pared: dos ventanas y una puerta, que es la original.

Este nuevo espacio público albergó en su día la oficina de administración del almacén de atadores, donde trabajaba señor Rosendo, que además era el encargado de mostrar el museo a los visitantes que de alguna manera habían conseguido reserva o permiso para visitar la colección de los Massó. Hay que recordar que antes de la adquisición por parte de la Xunta de Galicia el Museo Massó era de titularidad privada y no estaba abierto al público en general.

El antiguo economato

El taller de restauración se traslada a una sala muy cercana a la actual. Se trata del espacio que ocupaba el antiguo economato de la fábrica, un recinto de mayor amplitud y con más luz natural. En su interior aún se conservan elementos de este antiguo servicio, como el mostrador. De hecho esta no será la ubicación definitiva de los restauradores. El plan de necesidades del Museo Massó para la futura ampliación contempla la recuperación y musealización del economato, por lo que en ese plan para expandir las instalaciones debe prever un nuevo taller de restauración.

Gracias a estas intervenciones puntuales el Museo Massó durante los últimos años ha logrado crecer en espacio, habilitando una sala multiusos en la planta superior, un almacén donde se pueden visitar embarcaciones tradicionales o el propio taller de restauración, y siempre conservando las edificaciones ya existentes.