La pandemia de Covid-19 no ha hecho renunciar al alumbrado navideño en los concellos de la comarca, aunque Cangas ha resuelto más tarde que sus vecinos de Bueu y Moaña el contrato para realizar el servicio debido a los trámites para determinar si una de las empresas presentadas al concurso cumplía los requisitos legales. Finalmente quedó descartada y será la misma de años anteriores, Electromiño, la encargada de colocar arcos, rótulos y otros elementos luminosos decorativos por todo el municipio, con algún refuerzo en el Casco Vello con respecto a años anteriores. Sus operarios comenzaron a trabajar ya el fin de semana, y lo hacen a marchas forzadas para “intentar tenerlo listo lo antes posible y encenderlo en el puente de la Constitución”, anuncia el alcalde, Xosé Manuel Pazos, aunque no garantiza plazos. El alumbrado estará activo desde las seis de la tarde hasta más allá de la medianoche (00.30 horas) y se apagará definitivamente el día 7 de enero, tras la festividad de Reyes, según figura en el pliego de condiciones del contrato.

El inicio de la instalación navideña de Cangas se ha demorado más de un mes con respecto a 2019, cuando la misma empresa, que ganó el concurso para colocar las luces de las Fiestas del Cristo y de Navidad, comenzó a finales de octubre a instalar los arcos que alumbrarían la villa durante las navidades. En el listado figuran en torno a 80 arcos por las calles de la villa –la mayoría en avenidas principales, como las de Ourense, Marín, Bueu, Vigo, A Coruña, Lugo y Pontevedra, el paseo de Castelao o Montero Ríos–, así como al menos uno por parroquia, además de otros motivos, y está previsto iluminar también la Praza do Concello, la Capela do Hospital y el Parque da Palma, entre otros lugares emblemáticos. En las avenidas principales de entrada al casco urbano se instalarán arcos de bienvenida, y decoración vertical en las farolas, en todos los casos con tecnología led de alta eficiencia. El coste de la actuación asciende a 46.343 euros (38.300 más IVA) y cubre también la ambientación musical durante las fechas navideñas, así como la energía eléctrica que se consuma, según apuntan los responsables municipales.

El objetivo, señalan, desde el consistorio, es “promover imagen de ciudad para generar más afluencia de visitantes y más actividad comercial” en los establecimientos del municipio, especialmente afectado este año como consecuencia del coronavirus. Un cometido que no debe estar reñido con “un comportamiento responsable de la ciudadanía” en plena crisis sanitaria y con Cangas todavía sometido a un cierre perimetral y de la hostelería que todos los afectados piden levantar, aunque la Xunta no le ha puesto fecha.

Entre las condiciones del contrato figura que la iluminación y los motivos decorativos serán “acordes con la villa y con personalidad propia”, además de que el sistema eléctrico debe ser “sostenible, de mínimo consumo energético y alto valor estético”. El contrato es válido para los años 2020 y 2021, ”con posibilidad de prórroga”, e incluye el montaje, desmontaje, mantenimiento y consumo energético. El Concello de Cangas también incluyó en el pliego la contratación, en otro lote, del alumbrado de las Festas do Cristo por importe anual de 20.328 euros (16.800 más IVA). “La mayor ayuda anímica que se le puede prestar a la hostelería y comercio de proximidad, y la más rentable, es iluminar la villa”, repite el alcalde, Xosé Manuel Pazos.