La inspección de los técnicos de la Consellería de Sanidade al anexo del cementerio de Darbo construido por iniciativa privada hace casi tres décadas y que permanece desde entonces en el limbo legal concluye que las instalaciones “reúnen los requisitos recogidos en la disposición adicional de regularización de cementerios”, superando así el último trámite para su legalización, ya que previamente recibió el informe favorable de la Dirección Xeral de Patrimonio. Superadas esas trabas legales, la conclusión del procedimiento está en manos del Concello de Cangas, y el edil de Urbanismo, Eugenio González, pretende mantener esta misma semana una reunión con representantes de Cantycons S.L., heredera de la empresa promotora, y los titulares de los nichos que fueron adquiridos entonces, en muchos de los cuales hay personas enterradas, para definir la fórmula legal que fije la propiedad y las responsabilidades de mantenimiento del camposanto, entre otras cuestiones.
El personal de Sanidade inspeccionó las instalaciones de Darbo a mediados de octubre como parte del proceso abierto para su regulación, justo un año después de que Patrimonio le diera el visto bueno, supeditado al informe sanitario. Los inspectores advierten de algunas carencias, entre ellas que “no hay documentación que acredite la titularidad” del recinto, que los enterramientos son exclusivamente en nicho y que se contabilizaron 1.708 construidos, 60 más de los que aparecen en el proyecto”. También concluyen que el primer enterramiento en este camposanto sin legalizar data del año 1994, y certifica que dispone de agua potable de la red de abastecimiento municipal y que los análisis determinan unas condiciones dentro de los parámetros normales. El concejal socialista, que está al frente de las gestiones de legalización y, junto a técnicos municipales, acompañó entonces a los inspectores de la consellería, celebra que se hayan superado todas las trabas de la Xunta para que “desde ahora los enterramientos sean legales”, poniendo el principio del fin a la situación de incertidumbre, incluso angustia, por parte de muchas de las personas afectadas.
El expediente de regularización del cementerio “nuevo” de Darbo promovido desde el Concello de Cangas se ampara en la disposición adicional primera del Decreto 151/2014 de sanidad mortuoria de Galicia, y la jefatura territorial de la Consellería de Sanidade da por revisada y válida toda la documentación recibida al respecto desde principios de 2019. Entre ella, el proyecto de Cantycons S.L., remitido en julio del año pasado, al que siguió, una semana después, el elaborado desde el Concello. En octubre se produjo la inspección de Patrimonio, y en febrero y marzo de este año se aportaron documentos complementarios, a los que se une este último trámite en la Consellería de Sanidade, que practicamente cierra el círculo.
