La centolla, a precios de menú del día
Si no fuera porque buena parte de la hostelería morracense está inactiva por obra y gracia de la pandemia de Covid-19, estos días bien podrían incluir la centolla en su menú del día, para satisfacción de obreros y comensales de buen diente y bolsillo escaso. Por los ocho o diez euros que cobran en estos templos del comer a precio de coste podrían incluir una centollita o un bruño para compartir, dando una alegría a los comensales y otra a los marineros, que, con un ojo puesto en la curva de contagios, no auguran una campaña navideña a la altura de las que ya son tradicionales.
Los festivales aguardan a otras navidades
No solo comidas de empresa y papatorias familiares se resienten este año por el coronavirus. También los festivales navideños de tantos colectivos morracenses que a fin de año celebran uno más y lo comparten con sus asociados y público que les echa una mano. El de Aspamsim es uno de los obligados y tampoco se libra, pero no tira la toalla. Ya lo dijo el filosofo:Dejemos el pesimismo para tiempos mejores.
Con lluvia, cocido
Aquí la meteorología invita, y con lluvia pocas casas hay donde no entre a gusto un buen cocido. El buen comer en un placer.