El enorme despliegue de la Guardia Civil en Meira ayer, y la cantidad de horas en las que se prolongó, alarmó sobremanera a los vecinos de la zona y rápidamente empezaron a correr los bulos sobre lo ocurrido. Whatsapp y las redes sociales de muchos moañeses se llenaron con la información totalmente falsa de que un vecino había descuartizado a su madre y arrojado su cuerpo a un contenedor. La historia, que llegó a oídos del propio afectado, fue desmentida de inmediato. "No entendemos cómo alguien puede inventarse una cosa tan horrible", apuntaba la madre, Teresa Nogueira, en compañía de su hijo y de una amiga que se acercó a comprobar su estado.

Los bulos llegaron también a la Policía Local que rápidamente informaron de que no había ocurrido ningún asesinato en el municipio, para calmar a la población.

"Algo gordo tuvo que pasar para que venga tanta policía. Esto parece una película. Yo vi cómo entraban con una caja. Esto tiene que ser algo grande pero no tengo ni idea de las razones", explicaba un vecino poco después de que los agentes abandonasen el lugar.

En un establecimiento cercano los clientes también especulaban tras haber presenciado durante horas cómo su camino estaba tomado por la Guardia Civil. "Estacionaron coches en todos los cruces. Sabemos que esposaron a alguien pero después lo dejaron de nuevo en casa. Igual fue una falsa alarma", explicó una vecina.

Otro residente en la zona asegura que es cierto que el vecino investigado "es cazador y tiene escopetas", pero no entiende las razones para una operación policial de tal magnitud.

El propio investigado insistía por la tarde en que utiliza internet en ocasiones para comprar munición para cazar, así como ropa y cuchillos de caza. "Solo se me ocurre que le comprase algo a algún vendedor investigado por tráfico de armas y que al tirar del hilo llegasen a mí. Pero supongo que deberían tener una base sólida, porque no pueden montar este operativo por el rumor de algún vecino", añade.

Poco a poco las habladurías se fueron apagando en este barrio de Meira. Los vecinos recordaron también que en el entorno hay un foco de venta de drogas que ocasionó en varias ocasiones la intervención de la Policía Local y de la Guardia Civil, "por lo que el barrio está cogiendo mala fama", lamentan.

Además, "las tragedias no vienen solas", decía uno de los residentes en la zona al recordar que hace unos años se había suicidado también un vecino de la misma calle. Ahora todos los que estuvieron pendientes del dispositivorecuperan la normalidad poco a poco tras el susto, aunque seguro que durante varias noches estarán más alerta que de costumbre.