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Vecinos rechazan un compostero en la Praza do Emigrante y el Concello garantiza que no generará olores

Un grupo de residentes y hosteleros protestaron ayer ante el consistorio y fueron recibidos por la alcaldesa

Los vecinos que protestaron, reunidos con la regidora.

El Concello de Moaña está instalando un nuevo grupo de cuatro depósitos para un compostero comunitario en el casco urbano. En este caso se ubicará en la Praza do Emigrante y los vecinos y hosteleros del entorno mostraron su disconformidad tanto por criterios estéticos como por el miedo de que se generen malos olores. El malestar es tal que un grupo de 15 vecinos iniciaron ayer una protesta llegando a los Xardíns do Concello por la mañana. Finalmente, fueron recibidos por la alcaldesa, Leticia Santos, y la teniente de alcalde, Marta Freire, para escuchar sus quejas.

Las dirigentes municipales mantuvieron en todo momento la idoneidad de la ubicación. Los operarios están construyendo en estos momentos la base para instalar posteriormente los depósitos. La regidora se comprometió con los vecinos a que no sufrirían olores y les animó a visitar las islas de compostaje comunitario que ya están en marcha.

Los concentrados protestaron por el escaso espacio de la plaza elegida. "Serán cajones marrones en una zona adecentada por los vecinos hace años con mucho esfuerzo. Además la plaza es muy fotografiada por tener el monumento al emigrante y al piloto de motos fallecido Dani Rivas", señalan. Los hosteleros temen olores que afecten a sus terrazas y entre los vecinos, los que se consideran más perjudicados son los que tienen la vivienda justo frente a la ubicación elegida.

La alcaldesa explicó que la intención del Concello es cumplir con el mandato europeo de reciclar la mayor parte de los residuos orgánicos que se generan. "Estos composteros tienen que estar como máximo a 150 metros de las viviendas, por ello deben estar en núcleos poblados. Se instalarán en otros muchos puntos", anuncia. Además, señala que la normativa obliga a ubicarlos en unos terrenos de titularidad municipal y con conexión de agua cercana para su correcto mantenimiento. Asimismo, Santos recordó que en otras zonas como la alameda del centro o la calle Daniel Castelao surgieron los mismos temores al instalar los composteros "y poco a poco los vecinos comprobaron que no se generaban olores". Alega que el máximo olor, cuando se retira, criba y reparte el compost "es a tierra mojada, no a basura".

Los vecinos expresaron su temor por un mal uso de personas que puedan arrojar plásticos u otros elementos, para lo que la regidora esgrimió que la maestra compostera municipal recorre todos los depósitos cada día.

Finalmente, el grupo de vecinos salió del salón de plenos pero prometen estar atentos a cualquier inconveniente que genere esta actividad.

Entre los composteros comunitarios ya en funcionamiento están los de O Real, la Praza 25 de Xullo, la Alameda o el entorno del colegio Reibón. Además, se han repartido cerca de dos centenares de recipientes individuales para aquellos vecinos que residen en una casa con jardín.

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