Lo de las redes sociales es arma que carga el diablo. Que se lo digan alcalde de Cangas, Xosé Manuel Pazos, que se había hecho adepto a esta forma de comunicación y que ahora mismo se debe estar pensando si no es preferible el género epistolar de toda la vida. Además en estas historias de Facebook, Twitter e Instagram son cinco y parece cinco mil. Pero nunca es conveniente pegarse un tiro en el pie. Y en muchas ocasiones los políticos, llevados por algún instinto primitivo, acostumbran a hacerlo.
