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El CIM de Bueu atendió a medio centenar de mujeres durante el confinamiento

El servicio, tanto a nivel telemático como presencial, no dejó de funcionar en ningún momento | La mayoría de consultas fueron por custodia de menores o divorcios

Imagen de archivo de un acto de educación no sexista del CIM en un colegio de Bueu. // Santos Álvarez

El Centro de Información á Muller de Bueu atendió a casi medio centenar de casos durante los meses de confinamiento, en los que permaneció plenamente operativo para poder dar servicio a las numerosas consultas que se produjeron durante este tiempo. La atención prestada fue no solamente telefónica y telemática, sino que incluso en los casos más graves se hizo de forma presencial, cuando las usuarias debían remitir algún tipo de documentación y esta tenía que estar firmada.

La directora del CIM buenense, Montserrat González, apunta a un notable incremento en la carga de trabajo, "ya que si antes nos llegaban bastantes casos, el porcentaje es incluso bajo con todo lo que nos está llegando ahora. Es la avalancha que nos temíamos". Hasta el momento las atenciones que estaban llevando a cabo eran a mujeres con las que ya se estaba trabajando, y únicamente se reportaron dos casos nuevos. La tendencia se está invirtiendo ahora, con un mayor número de personas que recurren por vez primera al CIM.

El grueso del medio centenar de usuarias a las que se les atendió durante los momentos más duros de la pandemia fue para ofrecerles asesoramiento jurídico. En este apartado se incluyen todas las consultas realizadas en cuanto a custodia de menores, divorcios o impagos de las pensiones de alimentos, principalmente. "Se dispararon las preguntas por las visitas a los menores, si había que facilitarlas al no poder salir del domicilio, etcétera", señala Montserrat González.

Sin embargo, los casos más delicados fueron los relacionados con violencia de género, atendiendo a 13 víctimas. La directora del CIM recuerda un caso especialmente grave, en donde el presunto agresor fue excarcelado al no poder celebrarse el juicio y cuya pulsera de control señalaba prácticamente todos los días que estaba a menos de 500 metros de la víctima. En el resto de ellos "era muy difícil poder atenderlos, porque al no poder abandonar el domicilio, solo habría que hacerlo en caso de corra riesgo tu vida". El hecho de que en Bueu no existan inmuebles de acogida "dificulta aún más la situación", si bien González señala que "afortunadamente no hizo falta, porque en las primeras semanas del confinamiento esto era un caos al no haber plazas disponibles". La directora del CIM de Bueu apunta asimismo que la violencia psicológica también fue un problema en este periodo, "porque esa convivencia obligada por el confinamiento lo dispara todo".

En cuanto a atención psicológica hubo dos casos, que se derivaron al servicio que se facilita en colaboración con el Colegio Oficial de Psicoloxía de Galicia, ya que la profesional adscrita al CIM de Bueu está de baja. Fueron los casos más sensibles, de personas que ya estaban recibiendo atención personalizada en esta materia. La estadística se completó con seis usuarias que solicitaron información y recursos, es decir, que quisieron gestionar algún tipo de ayuda económica, y tres más que se incluyeron en el apartado de otros, con cuestiones de distinta índole diferentes a las anteriores.

Las cifras son, obviamente, matizables, ya que hay que tener en cuenta otros aspectos. "A nivel de Galicia se registró un repunte grande de llamadas al 016 porque muchos no sabían que en general el servicio seguía funcionando", afirma la directora del CIM de Bueu.

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