El público cangués tendrá hoy la oportunidad de asistir al "Teatro Invisible", una declaración de principios acerca de la utilidad del teatro en sus diversas formas y una búsqueda de la reflexión y relación directa con el público. La obra nace de una acto en 2012 con alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD), lo que dió lugar a un coloquio metateatral sobre todo lo que sistemáticamente es relegado a la invisibilidad. Ana Vallés, actriz y directora de escena, es la encargada de representar esta obra de la compañía compostelana Matarile Teatro, con más de 30 años de trayectoria y numerosos premios y menciones por toda España y Europa.
- ¿Cómo definiría este "Teatro Invisible"?
-Es una propuesta muy íntima y esencial que gira en torno al teatro, a las preguntas que nos hacemos los actores, y que implica una relación muy próxima con el espectador, que es en el punto en que estamos ahora con Matarile Teatro.
-¿Cree que la interacción con el público es esencial para una buena obra?
- Sin duda, para mí es lo más importante. En un mundo tan virtual, el teatro permite recuperar una relación directa y verdadera con el público, que es quien completa la obra. De este modo, conseguimos volver a lo humano y mostrar la fragilidad de las relaciones humanas, que son la clave del teatro.
-¿En qué se diferencia esta obra de las demás realizadas a lo largo de vuestra trayectoria?
- Esta pieza es muy especial porque estoy sola en el escenario y no suelo hacerlo. Es una manera más directa de expresar lo que quiero, pero me resulta muy complicado. porque depende de mí únicamente. Es estimulante a la par que difícil.
- Aunque suene contradictorio por su nombre, ¿cree que esta obra puede aportar mayor visibilidad al teatro?
- Yo creo que sí, lo estrenamos en 2014 y sigue vivo en la medida que lo seguimos haciendo. Además, junto con este, en Matarile tenemos cuatro estrenos más en cartel y estamos a punto de estrenar otra el 14 de julio en Oviedo.
- "Teatro invisible" se define como una declaración de principios, ¿cuáles son?
- Cada uno tiene los suyos, la clave es el resultado final que muestras. Yo al teatro siempre lo he criticado porque, en general, en España está muy anclado a unas formas teatrales antiguas que no comunican. La figura del teatro en cuanto a reconocimiento social, es inexistente, difiere mucho de Europa.
-¿Y cómo cambian eso desde Matarile?
- Tenemos tendencia a otras formas de exposición del cuerpo, como la danza y a huír del estereotipo del personaje como algo ajeno al actor.
-Después de recorrer tantos países y lugares como Brasil o Varsovia, ¿se les hace pequeño participar en la Mostra?
-En absoluto, estamos encantados porque actuamos poco en Galicia, en relación a nuestras actuaciones fuera.Para mí es un orgullo estar aquí, no hay un encuentro peor o mejor con una cultura, siempre es un aprendizaje.