"¿Por qué no se aplica de una vez la normativa, tanto estatal como municipal, que impide consumir y hacer fiesta en la calle? ¿Acaso hay algún interés oculto?". Los representantes de la asociación de vecinos Santiago Apóstol, que agrupa a residentes en las calles de la "movida" nocturna, dicen estar hartos de sufrir sus consecuencias sin que el Concello haga nada por solucionarlo. "Queremos que se tomen medidas efectivas, que no se quede el asunto en identificar personas y abrir expedientes que nunca se sabe qué pasa con ellos", reclaman desde la directiva que preside Ángel Núñez.
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Los vecinos abogan por limitar el número de locales y restringir los horarios conforme a la normativa, pero insisten en que también es prioritario vigilar que la actividad lúdica no se traslade a la calle. Cada noche del fin de semana dejan testimonio de "multitud de personas" apostadas a las puertas de algunos locales para "fumar, beber, o vociferar", impidiendo el descanso de los residentes. Las llamadas a la Policía Local y a la Guardia Civil no surten el efecto que debieran porque muchas veces los agentes evitan acudir e identificar a los participantes, reiteran los afectados.
A los problemas de descanso se unen los desperfectos en las calles y en algunos portales que sufren actos de vandalismo las noches del fin de semana. El caso más reciente es el de unos cables de luz y telefonía arrancados de su emplazamiento original durante la madrugada, en el entorno de la Avenida de Marín, y que los propietarios han tenido que reponer con sus propios medios.