Ayer comenzaron también a instalar conos para regular el tráfico y permitir así realizar las obras de reparación del muro de piedra que tiró un segundo movimiento de tierras, justo después del falso túnel de Coiro. El derrumbe también fue importante en esta zona, aunque las piedras del muro no invadieron la calzada, como el carril de acceso a Cangas. También hay más vegetación y el talud es menos vertical que el del ramal referido. El jefe del Servicio Provincial de Infraestructuras, Fausto Núñez, que acompañó al conselleiro Agustín Hernández cuando se produjo el primer movimiento de tierras, manifestó que las obras consistirían en reducir precisamente el nivel del talud. Tras cuatro días cerrado el ramal, las obras no lograron reducir la pendiente suficientemente. Desde que se produjeron los últimos desprendimientos y se cerró ese tramo, el tráfico de acceso a Cangas se está concentrando en la salida de A Portela y en la carretera convencional, sin incidencias importantes.