El Concello de Bueu se ha sacado un peso de encima que le había llegado de rebote. O más que un peso, un embargo. El juzgado de primera instancia número 5 de Santiago aceptó el recurso presentado por el consistorio por una orden de embargo que pesaba sobre el local municipal destinado a albergar la sala arqueológica de Pescadoira.

El embargo estaba relacionado con la situación concursal de la empresa que en su día acometió la construcción de la urbanización de Pescadoira, Obras y Vías de Galicia S.A. (Ovigasa). Entre los bienes que figuraban a nombre de la empresa se incluía, al parecer por error, el bajo que la constructora tuvo que entregar en su día al Concello como cesión y en el que se deberíaconstruir la ansiada sala arqueológica de Pescadoira. El Cocello cuando tuvo conocimiento de esta situación solicitó lo que se denomina una ejecución de dominio de tercería para defender su propiedad. El juzgado de Santiago, ciudad en la que tenía su sede la empresa, acaba de aceptar ahora la reclamación municipal. "Xa nos comunicaron tamén que o prazo para presentar recursos xa finalizou sen que se tivese presentado nada", explica el teniente de alcalde y edil de Urbanismo, Martín Villanueva.

El local está en el bajo de uno de los edificios de la urbanización y pese a que ya han pasado más de trece años ese museo arqueológico sigue esperando su oportunidad para ser una realidad. Villanueva insiste en que el Concello continúa "buscando financiación" para acometer ese proyecto. El edil vincula esta actuación con la próxima rehabilitación del astillero de Banda do Río ya que ambas instalaciones están relacionadas con el carácter marinero del municipio. "Esa sala museolóxica é unha das nosas próximas prioridades porque nos permitirá seguir indagando na nosa historia e seguir coas escavacións arqueolóxicas", apunta. Villanueva se refiere a los restos arqueológicos que aún quedan por salir a la luz, entre los que destaca un segundo horno romano y que en su día se optó por dejar enterrado en la zona.