Dos vecinos de Pontevedra tuvieron que recibir asistencia hospitalaria después de sufrir un accidente de caza en el que resultaron con heridas de perdigones tras ser alcanzados de rebote por un disparo de escopeta que iba dirigido a un animal.

Los hechos se produjeron el pasado domingo poco después de las diez de la mañana cuando un particular alertó al 112 de que dos cazadores habían resultado heridos mientras estaban realizando una batida por el monte, a medio kilómetro del lago Castiñeiras, en el término municipal de Vilaboa.

La Guardia Civil de Moaña también abrió una investigación para esclarecer los hechos, y aunque trasladó el atestado policial al juzgado de Cangas a consecuencia de las lesiones que sufrieron estas personas, se da por hecho de que se trató de un desafortunado accidente, tal y como reconoció el autor del disparo así como las dos personas que resultaron con heridas por el impacto de los perdigones.

Una misma cuadrilla

Según las manifestaciones recogidas en el lugar de los hechos, los heridos y el autor del disparo pertenecen todos a una misma cuadrilla integrada por cuatro personas, todas ellas de la capital, que disfrutaban de una jornada de caza en el entorno del lago Castiñeiras. Ya en el monte, decidieron separarse por parejas para ver si podían abatir alguna pieza.

En un determinado momento, cerca de las antenas de comunicaciones, uno de los miembros de la cuadrilla efectuó un disparo tras divisar un conejo, al que efectivamente alcanzó y mató, pero sin percatarse de la cercanía de los otros dos compañeros de caza que se movían con sigilo muy cerca de la posición en la que se estaba el animal que resultó abatido.

La mala fortuna quiso que más de una veintena de perdigones que no alcanzaron a la presa rebotasen en las cáscaras de los eucaliptos y alcanzasen a estos dos cazadores que estaban a unos 30 metros metros del conejo que resultó muerto.

Están bien

Ambos fueron trasladados por una ambulancia del 061 al Hospital Montecelo de Pontevedra en donde ayer permanecían ingresados. Los heridos responden a las iniciales H. V. V., de 70 años de edad, y J. M. P., quienes se encontraban estables y presentaban una evolución favorable, según fuentes del centro sanitario.

Uno de ellos presentaba heridas causadas por más de una veintena de perdigones en la cara, el brazo y el costado, mientras que el segundo de los lesionados tan solo tenía una herida en la cara de un perdigón. Uno de ellos, todavía desde el hospital, restaba ayer importancia a lo sucedido y aseguraba que en breve iba a poder regresar ya a su domicilio.

Tanto el autor del disparo, M. F. J, vecino de Salcedo, así como el cuarto cazador que lo acompañaba, resultaron ilesos, aunque el primero tuvo que sufrir un gran susto al ver como el rebote de los proyectiles alcazaba a sus dos compañeros.