La rampa da Ramona, en el paseo marítimo de Moaña, volvió a convertirse ayer en una fatal trampa para cuatro conductores, que dejaron estacionados sus coches en una jornada de mercadillo en la localidad, y algún tiempo después eran alertados de que la marea los estaba alcanzando. El coche más dañado fue un turismo de color blanco cuyo propietario, de Marín, no pudo ser localizado por la Policía y el vehículo acabó flotando en la dársena, cuando poco le faltaba para que el agua le llegara hasta el techo. El coche fue retirado con ayuda de dos embarcaciones desde el mar y con los agentes y el propietario desde tierra tirando del mismo con una cuerda.

La Policía Local asegura que cuando fue alertada de que había coches en peligro en la rampa, se pusieron a trabajar para localizar a los propietarios y hallaron con rapidez a tres de ellos, pero con el cuarto, de Marín, tardaron más.

Esta situación no es nueva en Moaña en donde la Policía suele atender una vez al mes percances de este tipo, sobre todo los sábados, cuando se hace más difícil aparcar por culpa del mercadillo de venta ambulante que se instala en el paseo.

El problema de esta rampa, que es titularidad de Portos de Galicia, es que tiene el acceso libre, si bien es cierto que hay algún letrero que alerta de la prohibición de estacionar.

Respecto al problema que genera esta situación, Portos de Galicia siempre sostuvo que no iba a instalar ningún tipo de barrera que impidiera el uso portuario que tiene esta rampa y aseguraba que la prohibición de estacionar ya está advertida con una señal.

El teniente de alcalde en el Concello de Moaña, Víctor Pastoriza, asegura que el problema de esta rampa es reiterativo, que se ya se demandó una solución a Portos pero también cree que poner cadenas implicaría establecer un sistema para los usuarios para poder abrirlas o cerrarlas. Pastoriza es más partidario de eliminar esta rampa, porque entiende que es muy urbana y que ya ha perdido la condición de uso pesquero que podía tener antes. Asegura que Moaña está muy bien dotadas de rampas con la que hay en el puerto deportivo, en el complejo portuario de A Mosqueira, en Meira y en Domaio y que lo único que está consiguiendo esta rampa ahora es interrumpir el paseo marítimo.

Asegura que por esta razón apuesta por su eliminación y entiende que nadie alzará la voz para protestar por ello. Dice que al estar en una zona tan urbana de Moaña, como es el centro de la villa, la llegada de embarcaciones a ella es muy problemática, ya que no hay espacio para maniobrar: "A día de hoy no se justifica su mantenimiento". Portos de Galicia será quine decida sobre el futuro de esta infraestructura.