El mercado de las flores ya no es lo que era por estas fechas. La crisis también afecta al engalanamiento de los camposantos. La demanda es menor que en años precedentes. Las floristerías llevan todo el año esperando por la temporada alta y resulta que el mercado se viene abajo. Eso sí, lo que suben son los precios. El clavel se situaba ayer en 9 euros la docena, cuando lo habitual es que cueste 4 euros. Los crisantemos están a 2 euros cada uno, el doble de otro día cualquiera, mientras que el ramo de orquídeas se eleva a 50 euros. El de margaritas se disparó hasta 10 euros en los aledaños de cementerios del área metropolitana, cuando no acostumbra a superar los 6. Pero el mercado de las flores no fue el único que se vio afectado por la crisis. El contratar a una o dos personas para limpiar los panteones era algo de lo más normal. Pero este año también aquí se redujeron costes. Los morracenses optaron por realizar ellos estos trabajos previos al Día de Difuntos. Se rescataron del desván las viejas escaleras y se pusieron manos a la obra. Hubo quien aprovechó la ocasión para "maldecir" al gobierno porque el cementerio seguía un años más con los defectos que se habían denunciado y otros inspeccionaron las ampliaciones donde se acaban de adjudicar los nichos, como en Coiro.

El Día de Difuntos cierra un fin de semana marcado por la fiesta de halloween, tradición muy americana que hasta hace un par de años era raro ver por Galicia y que, sin embargo, cobra cada año más adeptos. Es como una fiesta de disfraces con un tema como referencia: la muerte y todo lo que hay a su alrededor. Así que los niños se ríen mientras su mayores lloran a sus seres queridos en unos cementerios donde el frío y la humedad calan hasta los huesos. Es la vida. De la alegría a la tragedia en un par de días. Y mientras, el clavel por las nubes y los enterradores con el sosiego de una jornada con público.