Pasar todos los días subido en una silla de ruedas no es fácil, pero se complica mucho más si uno se tiene que enfrentar a la serie de obstáculos que inundan nuestras calles y edificios públicos.

Un agente de la policía de Cangas relata la multitud de problemas que existen en el Concello para acceder lugares como urbanismo o a la propia Policía Local. "Ya no es la primera vez que tenemos que aupar la silla de alguien para que pueda pasar y hacer un DNI, no es digno para la persona que tengan que depender así de la ayuda de otros", explica. Este agente también protesta contra los problemas que existen en los aparcamientos habilitados para minusválidos. Y no es el único que lo hace, muchos vecinos que usan silla de ruedas protestan por la facilidad con la que se otorgan estas tarjetas a gente que no lo necesita. Alegan que hay determinados tipos de discapacidades por las que no se deberían conceder. "Tampoco pedimos que no las repartan, pero si aumentas la cantidad de tarjetas de esa manera también deberás incrementar el número de aparcamientos disponibles", razonan.

Por si esto no fuera poco, muchos de los familiares se aprovechan de la tarjeta cuando el beneficiario no va en el coche. "Hay gente que le echa mucha cara", cuenta Laura, una joven que tiene dificultades para caminar de nacimiento. "Conozco el caso de un señor que tiene un hijo minusválido internado en un centro todo el año. Usa la tarjeta para aparcar siempre que puede. La vida de un minusválido está mucho más llena de obstáculos que las de una persona que puede caminar con facilidad, por lo que la situación debería ser justamente opuesta", reclama.