El rescatador rescatado

Una llamada de auxilio en plena madrugada, una movilización de efectivos para darle respuesta, una ambulancia atrancada en un vial de acceso impropio del centro urbano y un despliegue de medios alternativo para rescatar a la enferma, primero, y la ambulancia, después. Con esos elementos se construyó la rocambolesca historia que los vecinos de A Bouza, en Moaña, vivieron en directo en torno a las dos de la madrugada de ayer, cuando una dotación del 061 quedó bloqueada en un camino estrecho y repleto de baches mientras se dirigía a una vivienda próxima para auxiliar a una persona que, al parecer, sufría una crisis cardíaca y necesitaba ser trasladada a un centro médico. El capítulo tuvo un final feliz, aunque necesitó de un despliegue que no estaba previsto.

Según los testimonios recabados, el vehículo asistencial embarrancó en un tramo del camino semiderruido y colindante con un muro en obras. Al parecer una de las ruedas se había encallado en un profundo agujero e impedía la movilidad del vehículo. Ante tal situación y sabiendo que debían socorrer a una víctima, los técnicos de asistencia y transporte sanitario del 061 en Moaña recurrieron a sus compañeros de Cangas, que acudieron enseguida en otra ambulancia. Pero tampoco podían pasar, al impedírselo la furgoneta atascada, por lo que tuvieron que buscar fórmulas alternativas para evacuar a la señora hasta el Centro de Saúde, donde fue atendida y dada de alta posteriormente. Asimismo, efectivos de Protección Civil y de la Guardia Civil -entre ellos una patrulla a bordo de un Patrol que a esa hora realizaba un control a la altura del acceso al camping de Tirán- acudieron también a echar una mano, y con la ayuda de un cable de arrastre lograron finalmente su cometido. El final fue feliz y los vecinos volvieron a sus camas con tranquilidad, pero la misión fue casi imposible.