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Ons se queda sin su "Jarulo"

Manuel Otero Blanco, propietario de Casa Acuña y de la naviera Nabia, falleció ayer a los 73 años

En Casa Acuña junto a su hija, con una camiseta reivindicativa.

Su apellido no era Acuña, pero sería imposible entender este emblemático restaurante de Ons sin su figura. Y también Nabia, la empresa naviera que accedió a poner en marcha después de mucha insistencia por parte de su hija mayor. Ons despide a O Jarulo, un apodo que se ganó por su carácter revoltoso durante su infancia. "En la isla significa ser un traste, un travieso", explican sus hijos María Jesús y Manuel. También era O Pirata, el nombre con el que bautizó al arrastrero con el que trabajó durante décadas. Un sobrenombre que también se trasladó a algunos de los barcos de Nabia. Ayer, apenas una semana después de cumplir los 73 años de edad, falleció después de una larga lucha contra el cáncer. "Nació en O Canexol y quiso estar en la isla hasta el último momento. Una de las cosas que dijo antes de fallecer fue que lo sacásemos del hospital y lo llevásemos para Ons", cuenta emocionada María Jesús. Hoy a las 17.00 horas será su funeral en la iglesia de Bueu y posterior entierro.

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La vida de Jarulo, en imágenes

La vida de Jarulo, en imágenes-. // FdV

El fundador de Casa Acuña fue Jesús Acuña, el padre de su esposa Palmira. Poco después de que la pareja contrajese matrimonio, en 1968, Jesús falleció y a ellos les tocó hacerse cargo de un negocio que en aquel entonces era una taberna. "Fue trabajador, valiente y luchador. A lo largo de su vida él y nuestra madre no hicieron otra cosa que trabajar. En Ons, en la churrasquería que abrieron en Bueu y en el mar", recuerdan desde la familia. Fueron de los últimos en dejar la isla para establecerse en Bueu, una época en la que durante el invierno O Jarulo patroneaba el arrastrero y durante el verano estaba en el restaurante.

A pesar de tener que dejar Ons debido a la falta de servicios Manuel Otero en cierto modo fue un precursor. Supo ver el potencial turístico de aquella isla agreste y dura, que años más tarde pasaría a formar parte del Parque Nacional Illas Atlánticas. Así poco a poco fue ampliando las instalaciones de Casa Acuña y acondicionando alojamientos para un turismo familiar. Un carácter emprendedor que le costó más de un encontranazo con la administración a lo largo de los años. Él fue uno de los afectados por la sentencia que en 2009 obligó a demoler algunas edificaciones en la isla.

Manuel Otero fue también uno de los impulsores de la asociación de vecinos de la isla, cuando a mediados de la década de 1980 el estado la transfirió a la Xunta de Galicia. "Sé que mi padre no tenía buen cartel entre muchos vecinos. Tenía un carácter vacilón y sarcástico, que en el fondo no era más que un escudo para protegerse porque era muy tímido", explica su hija María Jesús. Ella ha heredado parte de ese espíritu peleón y emprendedor de su padre y hoy dirige el Grupo Acuña. Hasta hace poco era también la presidenta de la asociación vecinal, que finalmente dejó debido las obligaciones laborales y por el estado de su padre.

La declaración del parque nacional trajo consigo una serie de limitaciones y restricciones que a los más veteranos les costaba asumir. "Él nació en la isla y no entendía porque no le dejaban ir a pescar como siempre había hecho", cuentan sus hijos. Durante los años setenta y ochenta fueron muchos los intelectuales que quisieron descubrir aquel paraíso que para muchos aún resultaba desconocido. "Llevó a gente como Víctor Freixanes o Ramón Piñeiro a pescar de noche a bordo de su barco", recuerdan.

La insistencia de su hija fue fundamental para que en 1998 naciese Nabia, la naviera con la que hoy cubren rutas a Ons, Cíes y Moaña-Vigo. "Necesitábamos un barco para no depender de nadie para llevar la mercancía al restaurante de la isla y así de paso también podíamos transportar pasajeros. Era una decisión estratégica", cuenta María Jesús. Al final, tras muchas dudas y reticencias, O Jarulo vendió aquel arrastrero llamado "O Pirata" para poner en marcha una naviera que hoy cuenta con una moderna flota y es una de las referencias del sector en las Rías Baixas.

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