De la calidad que atesoran las piedras que componen la iglesia de Codeseda nadie duda. Su belleza y la historia que relatan -como heredera del antiguo monasterio benedictino de Aguasantas, de monjas en el siglo XII- la han convertido en uno de los principales hitos de las Rutas do Románico del Concello de A Estrada. Codeseda Viva lleva años poniendo en valor las piezas que la hacen única y relacionándolos con el paso de peregrinos por la zona en dirección a Santiago, siguiendo una variante del Camino luso a Santiago por el interior que discurre en Galicia por las provincias de Ourense, Pontevedra y A Coruña y, más concretamente, por los municipios de Lobios, Entrimo, Padrenda, Pontedeva, Cortegada, A Arnoia, Ribadavia, Beade, Leiro, Boborás, Beariz, Forcarei, A Estrada, Teo, Vedra y Santiago Su reconocimiento -que buscan el colectivo de ayuntamientos del que forman parte A Estrada y Forcarei así como colectivos como O Can de San Roque o Codeseda Viva- está siendo tramitado ante la Xunta, según desveló recientemente el presidente de la Academia Xacobea, Xesús Palmou. Pero muy pocos o tal vez nadie sospechaba que la iglesia de San Xurxo de Codeseda fuese digna de compararse con la catedral compostelana. Lo acaba de hacer un reputado historiador, Manuel Castiñeiras, integrante del Comité de Expertos del Camino de Santiago que asesora a la Xunta en asuntos jacobeos.
Tras visitar el templo esta semana,afirma que su categoría es equiparable a la de la cripta catedralicia. Inspeccionó uno a uno los detalles que lo acreditarían y le explicó a Codeseda Viva su importancia. Incidió en su "ábside románico impresionante", con "dobles columnas, una encima de otra, y capiteles muy bien tallados como los de Mateo". En él solo hay una figura, un buey, lo que lo vincularía al Císter. Incidió también en su "bóveda increíble" y en "la planta poligonal"que la conectan "con la catedral de Santiago". Los vestigios del tímpano con un Agnus Dei y los relieves de la Epifanía -la Adoración de los Reyes Magos- elevan la categoría de un campanario en el que también se aprecia una cruz de consagración. Y otras piezas que formarían parte de un antiguo baldaquino reafirman esa conexión con la catedral. No son las únicas piezas destacadas. También un dintel con conchas de vieira, un crucero con un varal corto que representa a San Juan con un cáliz en la mano y que podría ser una columna reaprovechada. Son detalles que hacen del templo una joya. Castiñeiras los señala y se muestra dispuesto a colaborar con Codeseda Viva, que intentará acreditarlo.
