Nuevo modelo

Brasil pide ante el G20 redefinir una globalización mucho más justa

Francia insta a acelerar la creación de un impuesto global mínimo sobre los ricos para evitar la "optimización fiscal"

La secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, y la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, este miércoles durante la reunión de ministros de Economía del G20 en Sao Paulo.

La secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, y la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, este miércoles durante la reunión de ministros de Economía del G20 en Sao Paulo. / AP

Abel Gilbert

"Es hora de redefinir la globalización. Necesitamos crear incentivos para que los flujos internacionales de capital se dirijan eficientemente hacia las mejores oportunidades, ya no definidas en términos de rentabilidad inmediata, sino según criterios sociales y ambientales". Fernando Haddad, el ministro de Economía de Brasil, no hizo más que repetir las ideas de Luiz Inácio Lula da Silva sobre las necesidades de una nueva agenda mundial. Esta vez lo hizo durante la apertura, este miércoles, de la reunión de ministros Finanzas y presidentes de bancos centrales del G20 que tiene lugar hasta mañana en Sao Pablo. El encuentro, que había sido precedido por uno similar de las carteras de Exteriores, traza la hoja de ruta de cara a la cumbre de jefes de Estado y Gobierno que se llevará a cabo en noviembre en Río de Janeiro.

Haddad, que habló en forma remota porque se encuentra con covid-19, aseguró que la situación económica global es "difícil" y no hay "ganadores" bajo estas circunstancias. "El legado de la última ola de globalización produjo un aumento sustancial de las desigualdades de renta y riqueza en varios países", afirmó antes de considerar que se ha llegado "a una situación insostenible en la que el 1% más rico posee el 43% de los activos financieros del mundo, y emiten la misma cantidad de carbono que los dos tercios más pobres de la humanidad". Por eso, subrayó, Brasil ha asumido la presidencia temporal del G20 con un criterio inclusivo. "Tenemos la oportunidad de avanzar en una serie de temas que nos preocupan, como la lucha contra la pobreza y la desigualdad, la financiación eficaz del desarrollo sostenible, la reforma de la gobernanza mundial, la fiscalidad justa, la cooperación mundial y el problema del endeudamiento crónico de varios países".

La integración económica mundial, remarcó, no debe confundirse con la liberalización de los mercados, la flexibilización de las leyes laborales, la desregulación financiera y de capitales. Criticó en ese sentido el crecimiento de los paraísos fiscales que ofrecen "formas sofisticadas de evasión fiscal a los superricos". En este contexto, el titular de Economía de Francia, Bruno Le Maire, se mostró partidario de "acelerar" la creación de un impuesto global mínimo sobre los ricos para evitar estas estrategias de "optimización fiscal". "Estamos plenamente comprometidos en acelerar este proceso", dijo en declaraciones a la prensa. Oxfam Brasil aseguró que una tasa del 5% sobre las personas más ricas del G20 podría recaudar dinero suficiente para acabar con el hambre en el mundo y ayudar a los países de renta baja y media a adaptarse al cambio climático. "¿Están dispuestos a reclamar sus democracias gravando a los superricos?", se preguntó Katia Maia, su directora ejecutiva.

Inflación y crecimiento

Antes de la apertura formal de la reunión, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, había asegurado que el mundo está demostrando un crecimiento económico "más fuerte y resistente" de lo esperado. El aumento del 3,1% del PIB mundial, remarcó, ha superado las expectativas. Yellen reconoció que el incremento puede ser menor en 2024 pero descartó presagios negativos. "La economía sigue siendo resilente. No habrá recesión". Destacó, además, que "la inflación está cayendo y esperamos que continúe este año en el 80% de las economías".

El Fondo Monetario Internacional (FMI) anticipó en Sao Pablo su reporte en el que plantea que "la posición cíclica de los países del G20 ha demostrado ser más fuerte de lo previsto anteriormente "ya que el problema inflacionario no ha derivado en recesión". Con la recuperación económica "sobre una base más firme, los riesgos para las perspectivas están más equilibrados". El crecimiento mundial podría ser mayor de lo esperado "si el ritmo de desinflación es más rápido de lo previsto". El único país del G20 que no tendrá los beneficios del crecimiento es Argentina. La caída del PIB este año rondará el 2,8%

Ucrania y los activos rusos

Si bien la cita en la capital paulista, a la que asiste también el Comisario económico de la UE, Paolo Gentiloni, busca centrarse en cuestiones específicas del área económica, no puede sustraerse de los conflictos en Ucrania y Franja de Gaza. De hecho, el ministro ucraniano Sergii Marchenko señaló a través de una comunicación online que las cuestiones geopolíticas como la agresión rusa a su país están sobre la mesa. Brasil, en su calidad de país anfitrión, ha propuesto, sin embargo, un documento final de consenso en el que se omiten referencias a esos asuntos de primer orden.

Hace dos años, la invasión de Ucrania hizo más visible las grietas en el seno del G20. En esta oportunidad, Yellen negó la posibilidad de incautar parte de los casi 300.000 millones de euros en activos rusos que se encuentran inmovilizados en el exterior. "Hacer eso requiere un cambio en las leyes de Estados Unidos". No obstante, deslizó que la UE debería analizar sus posibilidades de desbloquear las inversiones para "respaldar la resistencia de Ucrania y garantizar su reconstrucción". Le Maire aprovechó la sesión de este miércoles para responder a esa sugerencia. "Los países del G7, los países europeos, no deben dar ningún paso que pueda poner en peligro el sistema jurídico internacional. El G7 se basa en el Estado de Derecho, debe actuar respetando el Estado de Derecho". Y añadió: "no tenemos la base legal para embargar activos rusos".

El ministro de finanzas de Rusia, Antón Siluanov, había señalado que una eventual iniciativa de esa naturaleza "socava los fundamentos y pilares del sistema financiero mundial" porque expone "las reservas de oro y de divisas" a decisiones políticas. Advirtió al respecto: "Quienes más daño se harán son los mismos que se proponen incautar las reservas rusas". Posteriormente, en declaraciones al diario paulista Folha aseguró que la intención de los países occidentales de utilizar los fondos rusos congelados en todo el mundo es "un tiro en el pie" porque "tarde o temprano, como un boomerang, volverá para atormentarles. Tendremos que responder, porque hemos congelado activos financieros extranjeros en nuestro país casi en el mismo volumen".