Guerra en Oriente Próximo

Irán tensiona Oriente Próximo con ataques de milicias afines rehuyendo el conflicto directo con Israel y EEUU

El llamado 'Eje de la Resistencia' plantea una estrategia militar defensiva para compensar la debilidad iraní apoyándose en sus aliados

El ministro de Defensa de Irán, Mohammad Reza Gharaei Ashtiani (derecha), y el comandante el jefe de la Armada, Abdolrahim Mousavi, inspeccionan drones militares, este martes durante una ceremonia.

El ministro de Defensa de Irán, Mohammad Reza Gharaei Ashtiani (derecha), y el comandante el jefe de la Armada, Abdolrahim Mousavi, inspeccionan drones militares, este martes durante una ceremonia. / EJÉRCITO DE IRÁN / ZUMA PRESS / DPA

Adrià Rocha Cutiller

Todo empezó tras la invasión estadounidense de Irak, en 2003: Qasem Soleimaní, líder de las Fuerzas Quds, la inteligencia militar iraní en el extranjero, decidió, ante la llegada de Washington a la región por la puerta grande, buscar una respuesta colectiva, militar, a los nuevos 'amos' de Irak.

Con Hizbulá en el Líbano, con quien las relaciones ya existían desde la década de los 80, Soleimaní creó lo que acabaría por llamarse el 'Eje de la Resistencia': un paraguas de milicias por toda la región que, junto con Teherán, lucharían contra el mismo enemigo, Estados Unidos, recién aterrizado, e Israel, el rival histórico.

Las incorporaciones fueron llegando. Irán promovió la creación de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP), primero en Irak y después en Siria. Estas milicias chiíes, un Estado en la sombra en Irak, luchan, aún a día de hoy, contra Estados Unidos y el Estado Islámico en diferentes frentes. 

Al eje también se unieron la Yihad Islámica y Hamás en Palestina. La última incorporación serían los hutíes en Yemen, que controlan la mayoría del país árabe y luchan, desde hace una década, contra una coalición internacional liderada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos

"La razón por la que Irán creó este 'Eje de la Resistencia' no es porque Irán tenga ambiciones expansionistas. Esta coalición es puramente una herramienta defensiva, estrategia a la que Teherán apoda 'defensa adelantada'", explica Ali Vaez, miembro del 'think tank' internacional Crisis Group

"Irán es un país importante en la región, pero es débil en sus capacidades militares convencionales en comparación con sus adversarios. Por eso Irán ha creado esta estrategia alternativa, de apoyo a milicias regionales. Hasta la fecha, esta red ha funcionado porque hay un pegamento que la mantiene unida: los intereses compartidos. La relación entre Irán y el eje no es la de un maestro y sus marionetas. Más bien, todas estas milicias deciden independientemente sobre sus actos, pero mantienen su estrategia conjunta con Irán, y se coordinan”, asegura Vaez.

Dentro de esta red, los grados de amistad son distintos. Hizbulá en el Líbano, por ejemplo, tiene una relación con Teherán como la que tienen dos aliados de la OTAN, según este experto. Los hutíes, en cambio, tienen un amplio historial de ignorar ordenes iraníes.

"Se puede comparar con el comunismo en el siglo XX. La URSS tenía un rol de liderazgo, pero los partidos comunistas de todo el mundo tenían un cierto grado de independencia", asegura Arash Azizi, escritor y profesor de la Universidad de Clemson. "Teherán es el fundador, el que financia, el que equipa militarmente, y evidentemente el que lidera, pero hay autonomía entre los miembros", continúa Azizi.

Espiral en la región

Así, desde el ataque de Hamás contra el sur de Israel del pasado 7 de octubre, el autodenominado 'Eje de la Resistencia' ha multiplicado todas sus acciones en Oriente Próximo, ejerciendo presión tanto contra el Estado hebreo como contra Estados Unidos: Hizbulá ataca esporádicamente a Israel a través de la frontera entre Israel y el Líbano; las FMP, sobre todo en Irak, bombardean con drones caseros semanalmente posiciones estadounidenses en el norte del país árabe; los hutíes han conseguido perturbar gravemente el tráfico marítimo internacional a través del mar Rojo. El 'Eje de la Resistencia' se muestra.

"Por una parte, el 'Eje' ha conseguido demostrar que tiene capacidad de acción. Pero a la vez, la red no ha conseguido sus objetivos estratégicos. Estos eran obligar a Israel a parar la guerra en Gaza, y la guerra sigue. Después, intentaron forzar un alto el fuego, y tampoco. Más ampliamente, el 'Eje' quiere echar a EEUU de la región, pero desde el 7 de octubre, Washington tiene mucho más peso militar en Oriente Próximo", explica Vaez. "En realidad, lo que el 'Eje' ha demostrado es que no está dispuesto a sacrificarse por un miembro del grupo. Hizbulá ha sido muy comedido mientras Gaza está siendo arrasada. Esto daña la coalición, porque da el mensaje que cualquier miembro es dispensable", añade este analista.

Irán entra en escena

Hasta este mes de enero, todas las acciones y ataques los habían realizado las milicias de la coalición; Irán siempre se había quedado al margen. La semana pasada, sin embargo, el país persa bombardeó con misiles balísticos a tres de sus vecinos en cuatro días.

"Lo que está haciendo Irán es intentar responder. Israel ha atacado a objetivos iraníes en múltiples ocasiones en las últimas semanas. EEUU asesinó a Soleimaní. Irán promete venganza, pero nunca responde. Por eso, los últimos ataques de Irán son un intento de crear disuasión a sus rivales. Pero la respuesta pakistaní al bombardeo de Irán muestra que esta disuasión ha fallado", considera Azizi.

Irán, así, puede verse arrinconada entre la espada y la pared. "Lo que me preocupa —zanja Vaez— es que si cada vez más gente dentro de los círculos de poder de Teherán se convence de que Irán no tiene poder de disuasión, entonces se podrá llegar a la lógica conclusión de que la mejor forma de disuasión para el futuro será la disuasión nuclear. Irán cada día está más cerca de terminar con su desarrollo de la bomba atómica".

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