Mala noticia para China

Perfil | Lai Ching-te, un timón suave para pilotar Taiwan en las tormentas de Formosa

No es un reto sencillo hacerse cargo de Taiwán estos días pero Lai, de 64 años, conoce las adversidades

William Lai vencedor en las elecciones presidenciales en Taiwan.

William Lai vencedor en las elecciones presidenciales en Taiwan. / EFE

Adrián Foncillas

Los taiwaneses han elegido a un doctor de formas suaves, Lai Ching-te, para navegar en las agitadas aguas del estrecho de Formosa y reanimar la economía. El aún vicepresidente continuará las líneas maestras de su predecesora, Tsai Ing-wen, que deja el cargo tras agotar sus dos mandatos y la paciencia de Pekín. Es una terrible noticia para Chinaa la que irrita cualquier presidente del Partido Democrático Progresista (PDP), desde los incendiarios como Chen Shui-bian a los sensatos como Tsai. 

No es un reto sencillo hacerse cargo de Taiwán estos días pero Lai, de 64 años, conoce las adversidades. Nació en un pueblo del norte de la isla y su padre, minero, murió cuando Lai tenía dos años. Del esfuerzo de su madre por criar a seis niños, reza su biografía oficial, nace su ética de trabajo y su simpatía por los más desfavorecidos. Estudió Medicina en la más prestigiosa universidad taiwanesa y recibió un master en Sanidad Pública por Harvard. Ya coqueteaba con la política, siempre en la órbita del DPP, cuando los misiles lanzados por China en una víspera electoral le empujaron a colgar la bata blanca. Alcanzó la alcaldía de Tainan, una ciudad sureña, y fue reelegido con un 73 % de los votos. Le peleó a Tsai el liderazgo del partido y se sumó a su equipo tras perder. Desde la vicepresidencia, alcanzada en 2020, preparó el salto definitivo. 

Su postura se ha suavizado a medida que adquiría mayores responsabilidades. En China aún recuerdan que se definió años atrás como un “luchador pragmático por la independencia” a pesar de que ya ha adoptado la línea oficial del partido: la defensa del status quo y el rechazo de la declaración formal de independencia porque ya la ejerce de facto. No ha bastado para atemperar a la prensa china, que le ha calificado de “rufián extremista”, “mentiroso” y “completo alborotador”. China le ve incluso más “verde”, es decir, más independentista que Tsai, y ha pronosticado en las últimas semanas tormentas en el estrecho si era elegido. “Esperemos que nuestros compatriotas taiwaneses tomen la decisión correcta”, habían pedido sus medios.