Jornada electoral

Sunak pone a prueba su liderazgo en el Reino Unido en tres elecciones clave para el Partido Conservador

Las elecciones anticipadas de este jueves en tres circunscripciones electorales, convocadas tras la dimisión de tres diputados conservadores el mes pasado, suponen una prueba de fuego más para el Partido Conservador

Lucas Font

La última semana de actividad parlamentaria en el Reino Unido antes del parón veraniego no podía terminar con más agitación. Las elecciones anticipadas de este jueves en tres circunscripciones electorales, convocadas tras la dimisión de tres diputados conservadores el mes pasado, suponen una prueba de fuego más para el Partido Conservador y especialmente para el primer ministro, Rishi Sunak, quien se enfrenta a un nuevo escrutinio tras la clamorosa derrota en las elecciones locales del pasado mayo.

Las diferencias geográficas, económicas y demográficas de las tres circunscripciones han creado un atractivo añadido a estos comicios, que pueden dar algunas claves sobre el comportamiento de los votantes en las próximas elecciones generales. En el caso de la circunscripción liberada por Boris Johnson tras su dimisión como diputado el pasado junio, Uxbridge and South Ruislip –una zona residencial al oeste de Londres–, la disputa es con el Partido Laborista. En 2019 Johnson ganó con el 53% de los votos y con un margen de 7.000 papeletas, una diferencia que se desvanecerá previsiblemente tras los escándalos del ‘Partygate’, que provocaron la caída en desgracia del exprimer ministro.

Asientos en peligro

Los otros dos asientos, en las circunscripciones de Somerton and Frome y Selby and Ainsty, también corren peligro para los conservadores a pesar del amplio margen con el que ganaron en 2019, con cerca de 20.000 votos de diferencia (un 56% y un 60% de los sufragios, respectivamente). En el caso de la primera, una zona rural al suroeste del país, el Partido Liberal Demócrata confía recuperar un escaño que les perteneció hasta 2015, mientras que Selby and Ainsty, en el norte de Inglaterra, se presenta como la circunscripción más difícil de arrebatar para el Partido Laborista, que necesita remontar una diferencia del 18% de los votos.

La forma en la que los tres diputados conservadores abandonaron sus asientos, sin embargo, ha añadido más dificultades a los ‘tories’. El hasta ahora representante de Selby and Ainsty, Nigel Adams –uno de los pocos aliados de Boris Johnson–, dejó su cargo en el Parlamento después de que fuera rechazada su candidatura a la Cámara de los Lores y tras la publicación del informe del ‘Partygate’, cuya investigación considera sesgada a pesar de que fue apoyada por la gran mayoría de su bancada. Más controvertida fue la salida del diputado por Somerton and Frome, David Warburton, quien se vió obligado a dejar su escaño tras las acusaciones de acoso sexual y consumo de drogas lanzadas contra él por parte de dos mujeres. 

Problemas para Sunak

En caso de confirmarse, la pérdida de los tres asientos supondrá un duro golpe para Sunak, no tanto por el impacto que la derrota tendrá en la configuración parlamentaria sino en las señales que deja de cara a los próximos comicios, que se presentan muy complicados para la formación conservadora. Las encuestas prevén una clara derrota en las próximas elecciones para los ‘tories’, que obtendrían cerca del 26% de los votos, una desventaja de casi 20 puntos respecto al Partido Laborista. El primer ministro es consciente de que está librando una batalla a contrarreloj para ganarse el apoyo de los votantes conservadores decepcionados con las promesas incumplidas del Brexit y ya ha puesto en marcha un ambicioso plan para tratar de remontar en las encuestas.

Entre estas medidas está la aprobación de la polémica Ley de Inmigración Ilegal esta semana, que prevé la detención y deportación de todas las personas que entren de forma irregular al país y la tramitación de sus solicitudes de asilo en terceros países, como Ruanda. Sunak también ha presentado recientemente un plan para aumentar las inversiones y las contrataciones en el Servicio Nacional de Salud con el objetivo de reducir las listas de espera, y está librando una dura batalla para contener la inflación, que se ha reducido en el último mes hasta el 7,9%, casi un punto menos que en los dos meses anteriores.

Aún así al primer ministro le queda un largo camino por recorrer y cualquier tropiezo puede costarle caro, no sólo entre los electores sino también dentro de su propio partido. Las ambiciones de algunos de sus compañeros, algunos de ellos dentro del actual Gobierno, se harán más evidentes si no consigue enderezar un barco que, por ahora, parece viajar a la deriva.