Entrevista | Carme Colomina Investigadora senior de CIDOB especializada en Unión Europea

La UE se prepara para reinventarse en 2024: "Las grandes familias, Socialdemócrata y PP europeo, ya no suman"

Carme Colomina, del CIDOB, habla sobre los retos de la Unión Europea para la próxima legislatura

Carme Colomina, experta en la UE del CIDOB.

Carme Colomina, experta en la UE del CIDOB. / CIDOB

Mario Saavedra

Este sábado comienza la presidencia rotatoria de España del Consejo de la Unión Europea. La que arranca es una de las llamadas "presidencias de cierre". Hay que ir finiquitando los proyectos abiertos porque la legislatura del Parlamento Europeo (de cinco años) toca a su fin el año que viene y en junio se celebrarán elecciones. Repasamos los próximos retos de los 27 y lo que ha dado de sí este periodo con Carme Colomina, investigadora principal de CIDOB (Barcelona Centre for International Affairs) y profesora asociada del College of Europe en Bélgica.

Pregunta: ¿Existe, como se dice, un “nuevo orden europeo” al que tenga que adaptarse la Unión Europea en los próximos años?

Respuesta: Desde luego. Hay un nuevo orden europeo, no solo interno sino externo. Ya se ha producido un proceso de adaptación a todos los cambios que han supuesto la invasión rusa de Ucrania. Ya hay un nuevo orden, por ejemplo, en materia de seguridad y Defensa; una evolución del concepto de autonomía estratégica; una adaptación al nuevo orden global y a las disrupciones en las cadenas de suministros globales. ¿Cómo hacer una Unión Europea más resiliente a todos estos cambios externos y que te afectan internamente? Y luego está el nuevo orden europeo que saldrá de las elecciones del 6 al 9 de junio del año que viene. Esta legislatura ha sido la primera en la historia en la que las dos grandes familias que habían configurado la política europea, los Socialdemócratas y el Partido Popular Europeo, juntos no sumaban la mitad más uno del Parlamento. Ha sido una legislatura de geometrías variables y de buscar alianzas. Depende de lo que ocurra en junio del año que viene, eso puede ir a más.

P: ¿Hay un empuje fuerte de la ultraderecha en el Parlamento Europeo?

R: No hay encuestas generales que puedan dar una pista, pero si se miran los resultados electorales en los distintos Estados miembros se ve claramente un alza de la derecha radical. Ya eran partidos fuertes, pero ahora están en los Gobiernos en coaliciones, como hemos visto en los países escandinavos recientemente. Ahora hay elecciones en España. Este otoño las habrá en Polonia, donde manda el partido de Jarosław Kaczyński, Ley y Justicia, un partido fuerte en número de diputados en el Parlamento Europeo. Tenemos que ver cómo evoluciona la situación en Italia, con el revulsivo que ha supuesto la victoria de primera ministra Georgia Meloni para los Conservadores y Reformistas, un grupo europeo que también ha ido ganando músculo en esta legislatura.

P: ¿Qué asunto diría que ha marcado a la UE estos años?

R: La invasión rusa de Ucrania, porque todos los temas de la agenda previos al 24 de febrero de 2022 han adquirido una nueva dimensión tras el comienzo de la guerra. Me remito primero al concepto de "Europa geopolítica", que ya era la promesa electoral de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión. Se trata de asegurar que la Unión Europea tenga un lugar en el mundo, de cómo hacer una Europa global. El propio concepto adquirió una relevancia nueva tras el retorno de la guerra a suelo europeo. 

P: Y, ¿más allá de la geopolítica?

R: Destacaría el doble objetvo de preparar a Europa para las transiciones verde y digital. Esos (la Europa geopolítica, la transición verde y la digital) eran las tres grandes prioridades que Ursula Von der Leyen presentó en 2019. Tres meses después, entramos en una pandemia global, y se sufrió la disrupción de suministros y quedó expuesta la dependencia de materias críticas. El confinamiento llevó a procesos de digitalización. La coordinación de la vacunación y la compra conjunta de vacunas fue todo un salto adelante. Después, la invasión rusa de Ucrania alteró aún más el concepto de seguridad. Se llegó a un cierto consenso sobre la Europa de la Defensa que no existía antes. Ahora, la incógnita es cómo impactará la disrupción de las dependencias de los hidrocarburos de Rusia en el proceso de transición verde. 

P: ¿Cree realmente que hay unidad a nivel de Defensa?

R: Ha habido un salto adelante, quizá con una paradoja. Por un lado, se ha avanzado en la integración de la Europa de la Defensa con un consenso que no existía antes. Es verdad que es un consenso fruto de la urgencia y que tenemos que ver en qué quedará después. Pero, al mismo tiempo, ha aumentado la dependencia militar y estratégica en Estados Unidos, porque la ayuda bélica a Ucrania sobre todo la lideran ellos.

Carme Colomina, experta en la UE del CIDOB.

Carme Colomina, experta en la UE del CIDOB. / CIDOB

P: ¿Por dónde cree que va ir la UE en los próximos meses?

R: Uno de los grandes temas que marcan el futuro próximo de la Unión Europea es claramente su relación con China. No solo por lo que supone comercialmente, sino porque Bruselas sufre la presión de Estados Unidos, que quiere llevar a los 27 hacia una línea mucho más dura y contundente contra el país asiático. La UE  busca su propio punto de equilibrio en esta confrontación bipolar que determinan Washington y Pekín. Por otro lado, estamos viendo una aceleración legislativa en términos de gobernanza digital y tecnológica. En esta legislatura se ha aprobado una Ley de Servicios digitales.Es el único sitio del mundo con un marco de gobernanza de las grandes plataformas tecnológicas, y eso incluye la capacidad de sancionarlas con multas millonarias. Ahora se prepara una ley de inteligencia artificial, con esfuerzos de que sea una aproximación ética. Ahí hay otra paradoja: la UE lidera en legislación, pero no tanto en innovación. 

P: ¿Cree que se va a cambiar la forma de gobernar la Unión? España y otros países intentan acabar con la exigencia de unanimidad en ciertos aspectos.

R: Uno de los temas que se va a discutir en la presidencia española del Consejo es cambiar los temas en los que se vota por mayoría cualificada, es decir, en los que no haga falta unanimidad. Por ejemplo, sanciones o política exterior. Veremos.