Un año de guera

Aniversario de la Guerra en Ucrania: los momentos clave de un año de destrucción y sufrimiento

Desde el izado de la bandera ucraniana sobre la diminuta isla de las Serpientes al hundimiento del Moskva, el buque insignia de la flota rusa del mar Negro; desde la épica batalla de Azovstal a las conquistas rusas de Liman o Soledar...

Ricardo Mir de Francia

Las guerras no solo se ganan en las grandes batallas. Los gestos de heroísmo y las pequeñas victorias tácticas pueden tener un impacto enorme sobre la moral de la tropa, la estrategia bélica o el ánimo de la ciudadanía que sostiene la retaguardia. En estos dos doce meses ha habido un sinfín de esos momentos: desde el izado de la bandera ucraniana sobre la diminuta isla de las Serpientes al hundimiento del Moskva, el buque insignia de la flota rusa del mar Negro; desde la épica batalla de Azovstal a las conquistas rusas de Liman o Soledar. Pero al mismo tiempo han sido una serie de grandes ofensivas y contraofensivas las que han determinado el curso de la guerra y el estado actual del torturado mapa ucraniano.

1. La batalla de Kiev

Desde las primeras horas de la invasión, las columnas de acorazados del Kremlin se abalanzaron sobre el flanco norte de la ciudad mientras sus paracaidistas trataban de tomar el aeródromo militar de Hostomel, que debía servir para el desembarcó de tropas aerotransportadas. Pero desde el principio, se toparon con una resistencia más capaz de lo esperado. Tanto de los militares ucranianos como de los voluntarios civiles que echaron mano del ingenio para suplir su inferioridad armada.

Las fuerzas locales volaron la presa al norte de la capital, inundando las carreteras, se volaron los puentes sobre el río Irpin en el oeste y en el este proliferaron las emboscadas. A veces, los drones fueron fundamentales y el blitzkreig se atascó para dejar paso a una guerra de posición que devastó varias localidades de los suburbios.

En Bucha y otras poblaciones ocupadas por los rusos durante más de un mes las atrocidades fueron la norma hasta que el Kremlin dio la orden de retirarse.

2. El martirio de Mariúpol

La toma de Mariúpol, una ciudad rusófona de más de medio millón de habitantes cercana a las fronteras rusas, fue desde el principio un objetivo estratégico crucial para el Kremlin. Le permitió establecer un corredor terrestre que comunicara Crimea y sus conquistas en el sur con las regiones orientales del Donbás. Lo consiguió a base de bombardeos constantes, superioridad numérica y un asedio que dejó a la ciudad hambrienta, helada y bajo un terror constante, una táctica que repetiría también en Chernígov (norte).

La batalla acabó con la rendición de los últimos soldados y civiles ucranianos atrapados en Azovstal, una planta con kilómetros de túneles y búnkeres subterráneos. Su resistencia durante semanas, ralentizó el impulso de la ofensiva rusa y reforzó entre la población local el aura del controvertido Batallón Azov, la fuerza más capaz de su Ejército a ojos de los ucranianos.

3. La batalla por el Donbás

Cuesta pensar que el Kremlin aceptará una solución negociada al conflicto si no logra usurpar como mínimo el botín del Donbás, donde, según algunas estimaciones de la inteligencia occidental, se está gestando su próxima ofensiva. Todos sus esfuerzos se concentran ahora en la ciudad industrial de Bajmut (Donetsk), convertida ya en la batalla más larga de esta guerra y una de las puertas para que sus fuerzas puedan avanzar hacia Kramatorsk y otras zonas de Donetsk.

Para los ucranianos será probablemente más complicado recuperar el Donbás que otras regiones ocupadas por los rusos. Estos últimos llevan instalados allí desde 2014, conocen bien el territorio y han levantado profusas defensas. El coste para la población que todavía no ha abandonado la región es brutal tras nueve años de guerra.

4. Járkov, el primer gran golpe de la contraofensiva

"Con las armas del engaño harás la guerra". El que es uno de los lemas del Mossad israelí les sirvió a los ucranianos para su contraofensiva en Járkov. Durante la primavera y el verano de 2022, el liderazgo en Kiev comenzó a telegrafiar sus intenciones de lanzar una gran operación para tratar de recuperar las zonas ocupadas del sur del país, pero cuando llegó el momento, las contraofensivas comenzaron casi simultáneamente en el sur y noreste, algo con lo que el Kremlin no había contado.

En apenas unas semanas Kiev había recuperado toda la provincia, que se vació de tropas rusas a comienzos de octubre. En plena desbandada, el Kremlin movió ficha para anunciar la anexión ilegal de las provincias de Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia, ninguna de ellas completamente controlada por sus tropas salvo la primera. Durante la ceremonia en Moscú, Putin proclamó que "serán parte de Rusia para siempre".

5. La victoria posible: Kiev recupera la margen derecha de Jersón

Tras la caída de Jersón, la única capital provincial que Rusia ha llegado a controlar, un análisis cartográfico de 'The New Times' afirmó que Ucrania ha recuperado el 54% de los territorios capturados por el Kremlin desde el principio de la guerra. En esta provincia sureña todavía les queda trabajo por hacer porque los militares rusos solo se retiraron de las zonas que ocuparon durante meses en la margen occidental del Dniéper. Desde entonces Rusia solo controla zonas al este del gran río que parte en dos el territorio ucraniano.

La recuperación de Jersón, situada en las fértiles llanuras que han hecho del país uno de los graneros del mundo, ha devuelto a los ucranianos parte de su salida al mar Negro y ha puesto a tiro de sus fuerzas la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014. La previsión de algunos analistas es que Crimea se deje para el final, aunque de recuperarse antes, dejaría a Rusia sin una ruta esencial para abastecer a sus tropas en la Ucrania ocupada.

Suscríbete para seguir leyendo