La ultraderecha francesa logró abrir ayer una grieta, pequeña pero simbólica, en el muro contra ella formado por el resto de partidos, el llamado "frente republicano", tras alzarse con la alcaldía de Perpiñán, su mayor ciudad en 25 años. Los sondeos no se equivocaron y el diputado de la Agrupación Nacional (RN), Louis Aliot, será el próximo alcalde de la capital de la Cataluña francesa, una ciudad con importantes problemas socioeconómicos que la ultraderecha espera convertir en plataforma electoral para próximas contiendas. La imagen del alcalde saliente, el conservador Jean-Marc Pujol, en el puesto desde 2009, estaba ya degradada entre buena parte de los 120.000 vecinos de la localidad, lo que llevó a integrantes de otras listas a pedir el voto para el candidato ultraderechista. Louis Aliot, expareja de la líder de la RN, Marine Le Pen, ostentará la primera alcaldía de más de 100.000 habitantes que consigue la ultraderecha desde la de Tolón en 1995.