Las movilizaciones para pedir más democracia en Hong Kong cumplieron ayer seis meses a pleno gas. Unas 800.000 personas según los convocantes (183.000, según la Policía) se echaron a la calle para tomar parte en la marcha del Día Mundial de los Derechos Humanos -a celebrar el martes-, en una de las mayores concentraciones desde el inicio de las protestas, dos semanas después del apabullante triunfo de los candidatos de la oposición al Ejecutivo local de Carrie Lam en las elecciones municipales. Se trata de la primera marcha convocada por el Frente Civil de Derechos Humanos que recibe permiso de la Policía desde el 21 de julio. El Frente advirtió que la de ayer es la "última oportunidad" para que Lam y Pekín concedan una amnistía general y el sufragio universal.