La CDU de la canciller alemana, Angela Merkel, ha comenzado a digerir el relevo sorpresa en el liderazgo del SPD, su socio socialdemócrata en el Gobierno federal, tras la elección el pasado fin de semana en primarias de los radicales Norbert Walter Borjans y Saskia Esken. Si en los primeros momentos los democristianos advirtieron que el programa de Gobierno pactado a principios de 2018 es inamovible, ayer admitieron que el propio documento contiene una cláusula que prevé su análisis y eventual revisión a mitad de legislatura, esto es, a principios de 2020. Eso sí, la CDU advirtió ayer que la revisión solo será parcial.

Borjans y Esken, apoyados por las juventudes del SPD, opuestas a la gran coalición, ganaron las primarias con un programa que incluía una eventual salida del Gobierno. Sin embargo, ya desde el mismo sábado pasado, se mostraron conciliadores sobre el mantenimiento del Ejecutivo de coalición, aunque insistieron en la necesidad de una subida del salario mínimo, mayores inversiones en infraestructuras y medidas adicionales contra el calentamiento global.

Los nuevos líderes aun tienen que ser confirmados por el congreso del SPD, que se celebrará del viernes al domingo próximos y que debe dar el visto bueno a las propuestas de reforma del programa común con la CDU. Borjans y Esken se reunirán hoy con la Ejecutiva del partido para pactar un paquete de medidas y evitar así que el congreso se convierta en una batalla entre las facciones del partido.