La ONU se ha visto obligada a aplicar una política de recortes del gasto dada la falta de liquidez que, a consecuencia de los impagos de varios países, la ha sumido en su peor crisis financiera en una década. Según Naciones Unidas, el 97% de las aportaciones pendientes de pago corresponde a siete países: EE UU, Brasil, Argentina, México, Irán, Israel y Venezuela.

La situación no es del todo nueva para la ONU, que casi todos los años se encuentra con dificultades de efectivo en el último trimestre, pero en esta ocasión el problema ha llegado antes y con más gravedad. Una de las claves es el calendario de pagos de EE UU, principal contribuyente, que tradicionalmente abona su parte en noviembre.