El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, retó ayer a los partidos de la oposición a presentar una moción de censura contra él, en la primera sesión legislativa después de que el Tribunal Supremo declarara el martes ilegal y nulo el cierre del Parlamento durante cinco semanas que él había ordenado.

"¿Va a esquivar un voto de confianza sobre mí como primer ministro?", preguntó Johnson al líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, quien volvió a descartar esa opción e insistió en que el jefe de Gobierno debe dimitir "por el bien del país".

Si el primer ministro perdiera una moción de censura podrían convocarse de forma automática unas elecciones anticipadas, un escenario que Johnson desea pero al que el Partido Laborista se opone hasta que la posibilidad de un "Brexit" sin acuerdo el 31 de octubre haya desaparecido por completo. De hecho, la oposición ya ha rechazado dos veces el adelanto electoral pedido por Johnson.

El líder opositor respondió al emplazamiento de Johnson dejando claro que solo presentará una moción de censura si antes el primer ministro solicita a Bruselas otra prórroga del "Brexit", tal y como le exige la ley aprobada por el Parlamento británico antes de la suspensión.

Corbyn criticó al primer ministro por haber impulsado el cierre del Parlamento, una medida que calificó de "golpe de Estado constitucional", y le reprochó que, en su etapa de alcalde de Londres, concediera subvenciones a una empresa dirigida por una amiga suya de Estados Unidos.