El primer ministro británico, Boris Johnson, se declaró ayer "moderadamente optimista" ante la posibilidad de llegar a un acuerdo con la UE para impedir un "Brexit" a las bravas, en vísperas de un encuentro, este lunes, con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. Johnson dice disponer ya de la "forma aproximada de un acuerdo" que, reconoció, está "por hacer". Las declaraciones del "premier" coinciden con una información de "The Times" según la cual los unionistas norirlandeses del DUP, aliados de los "tories", estarían dispuestos a hacer concesiones sobre la salvaguarda irlandesa para evitar una salida desordenada. La información fue desmentida por la líder del DUP, Arlene Foster.

El diario británico sostiene que los unionistas aceptarían que, en ausencia de un eventual acuerdo comercial británico-comunitario -que solo empezará a negociarse tras el divorcio-, el Ulster tuviera un régimen normativo diferente al resto del Reino Unido, es decir, más alineado con el mercado único europeo.

El rotativo, citando fuentes anónimas, agrega que el DUP accedería también a que hubiera controles de aduanas en el mar de Irlanda, algo a lo que se oponía al considerar que separaría "política y económicamente" la provincia británica del resto del país.

"El Reino Unido debe salir como una sola nación. Deseamos un acuerdo sensato pero no uno que divida los mercados internos del Reino Unido. No apoyaremos ninguna disposición que cree una barrera para el comercio este-oeste", respondió Foster para desmentir la información.

Sin embargo, su portavoz sobre el "Brexit", Sammy Wilson, precisó a la BBC que, aunque el DUP rechaza que Irlanda del Norte tenga un régimen distinto, sí podría aceptar regulaciones específicas que faciliten el comercio transfronterizo con Irlanda, si fueran aprobadas por la Asamblea de Stormont (el Parlamento autonómico).

Según "The Times", a cambio de las citadas concesiones, la UE cejaría en su empeño de que, como salvaguarda para proteger el mercado único, Irlanda del Norte (o todo el Reino Unido) permaneciera en la unión aduanera.

Esta semana, la prensa británica llegó a decir que Johnson estaría dispuesto a aceptar una salvaguarda que solo afectara al Ulster y no, como acordó con Bruselas su antecesora en el cargo, Theresa May, a todo el Reino Unido. Pero el miércoles el líder "tory" descartó personalmente esta opción, al afirmar que "la salvaguarda debe eliminarse" para poder firmar un nuevo tratado de salida. Y precisó: "Tampoco aceptaremos una que afecte solo a Irlanda del Norte".

En este contexto, fuentes comunitarias informaron de que Johnson y Juncker celebrarán el lunes un almuerzo de trabajo. "Estamos trabajando muchísimo. Hemos realizado bastantes progresos y veremos a dónde llegamos" el lunes, dijo el primer ministro, que sigue insistiendo en que "nadie" le va a "disuadir de abandonar la UE el 31 de octubre, no importa lo que ocurra". Una ley aprobada la semana pasada por los Comunes obliga a Johnson a pedir una nueva prórroga (hasta el 31 de enero de 2020) si no logra un nuevo acuerdo antes del próximo 19 de octubre.

El negociador jefe de la UE, Michel Barnier, advirtió el jueves que Johnson no ha presentado aún "ninguna propuesta concreta" y el primer ministro de Irlanda, Leo Varadkar, alertó de que la "distancia" que separa a ambas partes sobre el crucial asunto de la salvaguarda sigue siendo "muy grande".

El ex primer ministro "tory" David Cameron, que en 2016 convocó el referéndum del "Brexit", sugirió que la posibilidad de celebrar una nueva consulta no puede descartarse.