La Policía de Hong Kong recurrió ayer hasta en tres ocasiones al uso de gases lacrimógenos para dispersar a los miles de manifestantes que volvieron a exigir al Gobierno que retire de una vez su propuesta de ley de extradición a China por vulnerar los derechos de los detenidos. Esta nueva protesta sacó a la calle a entre 130.000 y 430.000 personas, según las respectivas estimaciones de Policía y organizadores