Irán anunció ayer que ha superado la cantidad de uranio enriquecido que le permite almacenar el acuerdo nuclear que firmó en 2015 con Alemania, China, EE UU, Francia, Reino Unido y Rusia. La Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) confirmó poco después que la República Islámica ha violado por primera vez los compromisos adquiridos en Viena hace cuatro años para garantizar a las seis potencias que no desarrollaría armas atómicas.

Es la respuesta de Teherán a la presión que EE UU ejerce sobre el régimen de los ayatolás desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, primero retirándose del pacto y, después, restableciendo progresivamente las sanciones a la exportación de crudo iraní, medidas a las que en los últimos meses se ha sumado una tensión sin precedentes ejercida con un lenguaje prebélico.

Ante las sanciones de Washington, Irán había dado un ultimátum al resto de los firmantes del pacto, especialmente a los europeos: o se le ofrecían soluciones y ayudas que compensaran las sanciones de Washington, o comenzaría a incumplirlo poco a poco.

Quejas contra Europa

"Los europeos se comprometieron a garantizar la venta del petróleo de Irán, y no lo hicieron; los europeos se comprometieron a garantizar el transporte, y tampoco lo cumplieron; también se comprometieron a garantizar el retorno de los activos iraníes y la venta de petróleo y tampoco lo cumplieron", se quejó ayer el artífice iraní del acuerdo, el ministro de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif.

La respuesta europea ante la presión de la primera potencia mundial fue la puesta en marcha de un mecanismo que busca sortear las sanciones y permitir el comercio con Irán, pero que no ha satisfecho a Teherán en el punto esencial: la venta de petróleo.

Los inspectores de la AIEA verificaron que Irán ha sobrepasado los 300 kilos de hexafluoruro (UF6) de uranio enriquecido al 3,67% y que el organismo de la ONU informó a los países miembros de su Junta de Gobernadores, su órgano ejecutivo.

El Gobierno británico consideró "extremadamente preocupante" el anuncio de Irán. Un portavoz de Downing Street afirmó que Londres "continuará trabajando" con los otros firmantes del acuerdo, en particular Alemania y Francia, "a fin de mantener el acuerdo nuclear vigente".

El exceso en que incurre Teherán, con todo y ser una violación de sus compromisos, no significa que la pureza del combustible nuclear le permita ya fabricar la bomba, pero prueba que está dispuesto a romper lo acordado en 2015.