La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE, por sus siglas en inglés) aprobó ayer levantar las sanciones impuestas a Rusia hace cinco años en castigo por la anexión de Crimea. En consecuencia, Rusia recuperará su derecho a voto en la PACE. Rusia dejó de pagar en junio de 2017 su contribución de 33 millones de euros anuales a la organización, lo que le ha provocado una crisis financiera grave. Además, había advertido que este mismo mes tomaría una decisión definitiva sobre su permanencia en el Consejo de Europa.

Se trata de la primera de las sanciones de la comunidad internacional contra Rusia por la anexión de la península ucraniana de Crimea que es revocada. Junto con el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el Consejo de Europa es el organismo responsable de vigilar el respeto de los Derechos Humanos en sus 47 estados miembros.

El Kremlin saludó la decisión como una "victoria del sentido común". Para el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, "no se trata de una victoria diplomática de Moscú, sino de una victoria del sentido común porque la PACE no puede funcionar plenamente sin la participación (en sus labores) de la delegación rusa". La iniciativa, adoptada por 118 votos a favor y 62 en contra, permite la presencia rusa, hoy, miércoles, en la elección del nuevo secretario general.

Desde Kiev, la reacción fue diametralmente opuesta. El presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, expresó su decepción por la decisión de la PACE de "reconocer sin limitaciones las credenciales de la delegación rusa". Zelenski explicó que la semana pasada debatió la cuestión con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y con la canciller alemana, Angela Merkel, instándoles a apoyar la restitución de Crimea a Ucrania.