Un escándalo de corrupción ha acabado en menos de 24 horas con el gobierno de coalición austriaco entre conservadores y ultraderechistas. El joven canciller Sebastian Kurz anunció ayer el adelanto electoral, después de que su vicecanciller, Heinz-Christian Strache, líder del ultraderechista Partido Liberal (FPOE), presentase su dimisión en respuesta a la difusión, el viernes por la noche, de un vídeo que le incrimina en un caso de corrupción. "Ya basta", afirmó Kurz. "El FPOE está dañando nuestra senda del cambio con su comportamiento", dijo Kurz en una comparecencia ante los medios de comunicación.

Strache, de 49 años, no pudo resistir la presión creada por la difusión de una grabación de julio de 2017 en una casa de Ibiza, en la que conversa con la hija de un oligarca ruso a la que promete favores a cambio de financiación para las elecciones generales de octubre de ese año, que le llevaron al Ejecutivo austriaco.

El dimitido vicecanciller, que también renunció como líder del FPOE, aparece en el vídeo en el interior de una vivienda situada en Ibiza mientras ofrece a la hija del oligarca ruso su ayuda para comprar el diario sensacionalista "Kronen Zeitung", el de mayor difusión de Austria.

Strache explica a la mujer que contar con la colaboración del diario permitiría a su partido subir del 27% al 34% de los votos. En las elecciones de 2017 el FPOE quedó tercero, con un 26% de los votos, por detrás de los conservadores (31,5%) y los socialdemócratas (26,9%).

El político ultra también comenta su interés en remodelar el paisaje de los medios de comunicación austriacos de modo similar a como lo ha hecho el primer ministro de Hungría, el autoritario Viktor Orbán, quien ha extendido su control sobre la prensa.

Concentración

Tras la dimisión de Strache, unas 15.000 personas se concentraron en Viena ante la sede del Gobierno para exigir las elecciones anticipadas. La oposición austriaca responsabilizó a Kurz de la crisis de Gobierno y lo acusó de ser el responsable de un proyecto político "que ha conducido al país al caos", poniendo en riesgo su estabilidad.

"La dimisión no es suficiente, todo debe ser esclarecido por completo, jurídica y políticamente", exigió la líder socialdemócrata, Pamela Rendi-Wagner, quien pidió que se averigüe si en el pasado hubo financiación ilegal del FPOE y cómo se llevó a cabo la compra del "Kronen Zeitung".