El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, recalcó ayer que "la campaña" en la Franja de Gaza "no ha terminado", pese al acuerdo de alto el fuego alcanzado ayer de madrugada con los grupos palestinos Hamás y Yihad Islámica para cerrar 48 horas de choques saldados con la muerte de 25 palestinos, varios de ellos niños, y cuatro israelíes.

Netanyahu resaltó que durante el fin de semana Israel "ha golpeado a Hamás y la Yihad Islámica con gran fuerza". "Hemos alcanzado más de 350 objetivos. Hemos golpeado a líderes terroristas y operativos, y destruido edificios terroristas", dijo.

El líder opositor Benjamin Gantz, antiguo jefe del Estado Mayor del Ejército, se mostró crítico con el alto el fuego y resaltó que las milicias palestinas han disparado "casi 700 cohetes" contra territorio israelí durante el fin de semana. De ellos 240 fueron interceptados. Israel respondió con una cascada de bombardeos y con el asesinato selectivo de un alto cargo de Hamás, el primero de este tipo desde 2014, al igual que el conjunto de los ataques hebreos ha sido el más intenso desde esa fecha, a la que también hay que remontarse para encontrar cuatro israelíes muertos por cohetes palestinos.

La ya de por sí elevada tensión en la zona se vio reforzada ayer por el anuncio de EE UU del envío de un grupo aeronaval, encabezado por el portaaviones USS Abraham Lincoln, a Oriente Medio, en lo que pretende ser un claro aviso a Irán. Las autoridades de Teherán confirmaron su intención de dejar de cumplir parte de los compromisos menores incluidos en el acuerdo nuclear suscrito en 2015 y denunciado por EE UU el año pasado. Sin embargo, de momento, Irán no planea romper el conjunto del acuerdo.