Las tensiones comerciales con EE UU y la ofensiva proteccionista de Trump han renovado la voluntad de acercamiento chino a Europa. China ha firmado ya acuerdos relacionados con su Nueva Ruta de la Seda con Portugal, Bulgaria, Croacia, Chequia, Hungría, Grecia, Malta, Estonia, Letonia, Lituana, Eslovaquia y Eslovenia, además del recién rubricado con Italia. París y Berlín intentan un frente negociador unificado, pero China hace todo lo posible por quebrarlo. Sin embargo, la gran diferencia ahora reside en que la UE parece haber tomado conciencia del desafío que enfrenta.

El alejamiento de Estados Unidos y la previsible salida del Reino Unido alimenta la idea de que Europa está más sola y débil que nunca.