Un joven partido de la ultraderecha, Foro para la Democracia (FvD), se convirtió ayer en el grupo más poderoso del Senado holandés, que tiene la última palabra para aprobar las leyes, tras arrebatar la mayoría a la coalición tetrapartita de Gobierno, liderada por el liberal Mark Rutte.

Los ultras de Foro, que hicieron de la negación del calentamiento global uno de sus ejes de campaña, superaron en votos y escaños a los doce partidos políticos que se presentaron el miércoles a los comicios para los doce Consejos Provinciales, que son los que determinan la composición del Senado. El FvD está dirigido por Thierry Baudet, conocido por sus declaraciones denigratorias de las mujeres y los inmigrantes.

La principal consecuencia de este vuelco es que, hasta las elecciones generales de 2021, el Ejecutivo de Rutte tendrá que lidiar con la inestabilidad política porque ya no tiene garantizada la mayoría en el Senado para aprobar sus proyectos de ley. Solo podrá hacerlo si logra convencer a algunos partidos de la oposición de que le den su apoyo en los asuntos más conflictivos.

El otro partido ultraderechista holandés, el Partido de la Libertad (PVV), liderado por Geert Wilders, fue la otra sorpresa electoral, al quedarse con solo cinco escaños, tras perder cuatro en favor de Foro, grupo de discurso "menos radical", a pesar de basarlo en duras proclamas antieuropeístas e islamófobas.