La realidad es que Nueva Zelanda es un país tranquilo, vive continuamente inmerso en una normalidad que se ha roto hoy con el ataque terrorista que ha dejado al menos 49 muertos en dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, la segunda más poblada del país, situada en la Isla Sur.

Este ha sido un hecho aislado y que no tiene nada que ver con el día a día en las antípodas de Galicia. Alejandro Iglesias es uno de los 68 gallegos que habitan en Nueva Zelanda: "Estamos en 'shock', siendo un país tan pacífico, multicultural y sin problemas, los policías ni llevan armas... la gente está conmocionada", ha relatado a FARO.

Nueva Zelanda se caracteriza por la armonía entre su población, la gran mayoría de sus habitantes tienen origen europeo, el 70%, seguidos de los maorís, asiáticos, los procedentes de las islas del Pacífico y latinoamericanos.

"Aquí la gente es muy educada, es tremendamente amable, cívica y respetuosa", una virtud que se extrapola hacia todos los inmigrantes, según el joven de Santiago de Compostela.

De hecho, la primera ministra neozelandesa ha expuesto hoy, en uno de los días "más oscuros", que "este tipo de violencia no tiene ningún sentido en Nueva Zelanda". "Esto no es lo que somos", ha lamentado.