Estados Unidos tomó ayer dos decisiones que redoblan la presión sobre el régimen chavista. Por un lado, el Gobierno norteamericano impuso sanciones económicas a seis altos mandos de las fuerzas de seguridad de Venezuela, "próximos al ilegítimo expresidente Nicolás Maduro", a los que acusó de estar implicados en el bloqueo de la entrega de ayuda humanitaria.

Pero, además, el enviado especial para Venezuela, Elliott Abrams, anunció restricciones de visados para "docenas" de aliados del presidente Maduro y sus familiares, quienes a partir de ahora no podrán entrar en territorio estadounidense. "Las dictaduras se acaban", afirmó Abrams.