El nuevo presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, envió ayer una iniciativa al Senado para reformar la Constitución y suprimir el fuero de los presidentes para que puedan ser juzgados por cualquier delito. Obrador recordó que desde 1917 el jefe del Estado solo puede ser juzgado por "el delito de traición a la patria", y lamentó que no pueda serlo por corrupción.