Los demócratas ponen en duda la legalidad del nombramiento de Matthew Whitaker como fiscal general interino, en sustitución de Jeff Sessions, quien el miércoles fue destituido por Donald Trump, y tras recuperar el control de la Cámara de Representantes, acusan al magnate de violar la Constitución, ya que el recambio no ha sido validado por el Senado. La clave es que Whitaker, un detractor de la investigación de la trama rusa que compromete a Trump, será ahora el encargado de supervisar las pesquisas, de las que Sessions se había inhibido, en vez del "número dos" de Justicia, Rod Rosenstein.