Los ultraderechistas alemanes de Alternativa por Alemania (AfD) ya han consumado el "sorpasso" de la socialdemocracia (SPD), integrada en la coalición gobernante, según un sondeo publicado por la televisión pública ARD, que estima que la alianza que respalda al Ejecutivo ha cedido 8,4 puntos respecto a las elecciones de hace un año.

De celebrarse comicios hoy, el bloque conservador liderado por la canciller Merkel -que conforman la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la bávara Unión Socialcristiana (CSU)- seguiría en primera posición, pero con tan solo un 28% de sufragios (frente al 32,9% de septiembre de 2017 y al 41,5% de 2013). Se trata del peor resultado del bloque conservador desde que en 1997 se empezó a realizar esta respetada encuesta.

El SPD, socio minoritario en la coalición, quedaría en el 17%, frente al 20,5% que obtuvo en 2017 y el 25,7% de 2013. Así, la llamada "gran coalición" seguiría perdiendo terreno al sumar un 45% de los sufragios, cuando hace un año se hizo con el 53,4%.

Como segunda fuerza quedaría AfD, que supera por primera vez al SPD en los sondeos de la ARD , con un 18% de los votos. En las generales de septiembre de 2017 se alzó con el 12,6%. Los Verdes, con una potente remontada, lograrían el 15% (8,9% en 2017), mientras que La Izquierda subiría al 10% desde el 9,2% de 2017 y el Partido Liberal bajaría al 9% (10,7% hace un año).

Sobre este fragor de hundimiento, siguen resonando las desavenencias en la coalición de Gobierno por el cese y posterior ascenso a la secretaría de Estado del jefe de la inteligencia interior y protegido de la CSU bávara, Hans Maassen. El destituido y ascendido negó que en Chemnitz (exRDA) hubiera en agosto incidentes violentos contra personas de apariencia extranjera durante las marchas de la ultraderecha, por lo que el SPD pidió su destitución. El CSU amenazó con volar el Gobierno y logró el cese con promoción, muy criticado.

Como consecuencia, la presidenta del SPD, Andrea Nahles, ha dirigido una carta a Merkel y al líder de la CSU y ministro de Interior, Horst Seehofer, en la que pide revisar la situación de Maassen.