El Consejo Europeo (CE) más peliagudo de los últimos años se salvó ayer de madrugada con un difuso acuerdo de mínimos logrado tras una agotadora sesión de 14 horas. El objetivo era que Italia no cumpliera su amenaza de vetar las conclusiones, dejándolas en papel mojado. Y se consiguió. El "premier" italiano salió contento: "Ya no estamos solos", celebró Giuseppe Conti, mientras su ministro de Interior, el xenófobo Matteo Salvini, cifró lo conseguido en un 70% de lo pedido.

Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, a la que la presión de sus socios bávaros por la cuestión migratoria ha puesto contra las cuerdas, salió algo más relajada. Y lo hizo, sobre todo, gracias a que España se comprometió a acoger a un "número equilibrado y admisible" de los refugiados que llegaron a Baviera desde Austria pero que habían pisado la UE por primera vez en tierra hispana.

El presidente Sánchez explicó que Alemania se compromete a pagar los costes de entrega de esas personas y a reforzar el apoyo financiero y material a España como frontera exterior de la UE. Sánchez y Merkel alcanzaron el acuerdo ayer por la mañana, en una reunión tripartita junto al primer ministro griego, Alexis Tsipras, con el que la democristiana selló un pacto de similar cariz.

Con el acuerdo entre Madrid y Berlín cobra todo su sentido la secuencia de anuncios iniciada el martes cuando, tras una cumbre bilateral, Merkel anunció más apoyo a España ante la avalancha de pateras que se espera para estos meses. El miércoles, Sánchez explicó al Congreso que la UE dará más fondos para cooperar con los países de origen y tránsito de migrantes. Y ayer se cerró el círculo.

El acuerdo hispanogermano se enmarca en las líneas de actuación pactadas por el CE en su interminable sesión negociadora, que son en esencia cuatro: Establecer "plataformas de desembarco" gestionadas por la ONU en países aún no precisados; crear el mismo tipo de estructura en países de la UE que se presten voluntarios; luchar contra los llamados "movimientos secundarios"; y reforzar las fronteras exteriores.