El nuevo ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, de la ultra Liga Norte, reclamó ayer a Malta que deje entrar en sus puertos al barco de rescate "Aquarius", cogestionado por Sos Mediterranée y Médicos sin Fronteras, con 629 inmigrantes a bordo, y advirtió de que no autorizará el desembarco de ese buque en Italia.

Después, en un mensaje en la red social Facebook, argumentó que está siguiendo el ejemplo de otros países europeos, España entre ellos, para combatir "el tráfico humano". "Francia está devolviendo a la gente en la frontera, España defiende con armas su frontera, Malta no acepta a nadie. Desde hoy, Italia también va a empezar a decir 'no' al tráfico de personas, y 'no' a la inmigración ilegal", escribió.

Malta no quiere hacerse cargo del barco arguyendo que el rescate de los inmigrantes que transporta ocurrió en el área de alcance de Libia y fue coordinado por el centro de coordinación de rescate de Roma, no por el de Malta.