El expresidente francés Nicolas Sarkozy será juzgado por intentar corromper a un juez del que quería obtener información sobre un caso relacionado con la financiación de su campaña electoral. Esta acusación abre un nuevo frente judicial para el expresidente francés, después de que la semana pasada fuera detenido para responder a las sospechas de que recibió un millón de euros del régimen libia de Muamar Gadafi para financiar su campaña de 2007.

El expresidente francés Sarkozy está acusado junto a su abogado Thierry Herzog y al exjuez Gilbert Azibert en un caso que se remonta a 2014, según publica el diario "Le Monde". La fiscalía sostiene que el abogado de Sarkozy intentó obtener información de Azibert sobre un caso a cambio de conseguirle un mejor puesto. La causa judicial objeto del interés del mandatario era una investigación en la que Sarkozy figura como sospechoso de haber aceptado pagos ilegales de la heredera de L'Oreal, Liliane Bettencourt, para financiar su campaña electoral de 2007.

Aunque en 2013 Sarkozy fue absuelto de la acusación de haber manipulado a Bettencourt, de avanzada edad, unas escuchas telefónicas delatan que el expresidente habló con Herzog sobre la posibilidad de ofrecer un puesto a Azibert a cambio de información. Sarkozy rechaza su culpabilidad y asegura que el entonces juez nunca fue nombrado para el cargo objeto de sospecha. Los investigadores consideran, sin embargo, que si el acuerdo fracasó fue porque el expresidente y su abogado se percataron de que tenían los teléfonos intervenidos.