Decenas de miles de personas -un millón, según los organizadores- salieron ayer a las calles de Caracas para exigir la celebración sin más dilaciones del referéndum revocatorio contra el presidente venezolano, el chavista Nicolás Maduro. Pese a que el partido gobernante organizó contramanifestaciones en distintos puntos, no se informó de altercados graves, más allá de choques entre incontrolados y agentes policiales.

La manifestación, bautizada por la Mesa de Unidad Democrática (MUD) como "la gran toma de Caracas", partió de siete puntos desde los que los concentrados se dirigieron a las avenidas Francisco de Miranda, Río de Janeiro y Libertador. La manifestación culminó, en la avenida de Francisco de Miranda, con la lectura de un manifiesto anunciando los siguientes pasos que darán los opositores.

Las próximas acciones se englobarán en la llamada "toma de Venezuela", de 24 horas de duración, que se celebrará previsiblemente este mes, al día siguiente de que sea fijada la fecha de recogida del 20% de firmas de electores, requisito necesario para la consulta. Hasta entonces, los opositores estarán en "protesta permanente" -la pasada medianoche estaba convocada una cacerolada- para que las autoridades activen el referéndum revocatorio.

El Gobierno pretende retrasar el referéndum hasta 2017 para así -al estarse ya en la segunda parte del mandato de Maduro- garantizarse que, en caso de éxito opositor, no se convoquen nuevas elecciones sino que, de acuerdo con la ley que regula el revocatorio, se traspase la jefatura del Estado al vicepresidente.

Coincidiendo con la celebración de "la gran toma de Caracas", Maduro anunció que ya "tiene listo" el decreto para retirar la inmunidad parlamentaria a los diputados que la usen "para conspirar, para matar, para ir contra el pueblo y su derecho a la paz".

Maduro aseguró, además, que la Policía ha localizado "un campamento lleno de paramilitares" a apenas 500 metros del Palacio de Miraflores, sede de la Presidencia, y acusó al presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, de estar al tanto de "estas intentonas golpistas".

Ramos Allup se defendió de las amenazas de Maduro: "No nos pueden meter presos ni nos pueden allanar la inmunidad, porque no hemos cometido ningún delito", proclamó.